TEXTO: RAMÓN OLIVER IMÁGENES: RED INNOVA

Para un emprendedor recibir un premio de calado internacional, especialmente si es otorgado por una entidad de prestigio, supone, además de una interesante inyección económica, un espaldarazo en términos de reconocimiento, contactos o visibilidad. Y ese es, sin duda, el caso de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social. Pero, ¿qué ocurre después? ¿Cómo puede ese reconocimiento seguir ayudando a esos emprendedores una vez apagados los focos de la ceremonia de entrega de diplomas? La respuesta es la Red Innova.

Después de dos ediciones celebradas y la tercera ya en su fase final, ¿cómo han evolucionado los proyectos que han participado en las semifinales desde el inicio de esta aventura?, ¿cómo se han posicionado en el ecosistema de la innovación del emprendimiento social? Precisamente para dar respuesta a esta pregunta, Fundación MAPFRE creó junto a la escuela de negocios IE University la Red Innova, una comunidad global de innovadores sociales cuyos miembros comparten el nexo común de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social. Paula Torres, directora de estos premios, nos comenta: «La Red Innova es la seña de identidad de nuestros Premios, nos permite seguir una relación más estrecha y continuada en el tiempo con los emprendedores sociales que la conforman, protagonistas del cambio positivo que estamos buscando. Nos brinda la oportunidad de seguir ofreciéndoles ese acercamiento que siempre hemos cuidado. Nos hacen partícipes de sus inquietudes y éxitos y estos los vivimos y celebramos como propios, lo que refleja la familia que estamos construyendo en torno a los Premios».

«Red Innova nació del deseo de seguir apoyando y ayudando a escalar esos proyectos semifinalistas y finalistas de cada edición de los premios, incluso después de los eventos oficiales. A través de Red Innova nos mantenemos conectados con nuestros miembros y les apoyamos mucho más allá del hecho de ganar un premio económico», explica Laura McDermott, directora de Red Innova.

66 emprendedores pertenecientes a 60 proyectos forman hoy la red innova

En la actualidad forman parte de Red Innova 66 emprendedores pertenecientes a 60 proyectos vinculados a la innovación social procedentes de dos continentes, además de un equipo de 15 miembros que aportan MAPFRE, Fundación MAPFRE e IE, y un plantel de 29 mentores internacionales que prestan apoyo a los distintos proyectos semifinalistas y finalistas antes, durante y después del certamen. «En febrero celebramos nuestro primer encuentro de Red Innova de manera semi-presencial y en formato online y en él intervinieron una veintena de emprendedores desde México, Brasil, Chile y Colombia de las dos primeras ediciones y fue increíble ver cómo la comunidad está viva, cómo encuentran sinergias entre los distintos proyectos, rompen cualquier barrera idiomática y tienden puentes entre las distintas regiones implicadas e incluso, entre las diferentes categorías que los premios abordan», explica Paula Torres.

Un ecosistema para impulsar el emprendimiento social
Joaquín Garralda, Murilo Casagrande, Andrew Wong, Laura McDermott, Oscar Lozano, Nuria Fructuoso forman la CIC (Comité de Inteligencia Colectiva) de Impact Investing. Conectan frecuentemente para desarrollar ideas y compartir conocimientos.

Un carácter global que, señala Joaquín Garralda, dean de IE y miembro de Red Innova, es uno de los rasgos identificativos del proyecto. «La diversidad geográfica favorece la creatividad, al adaptar ideas que funcionan en un país a otro entorno. Los miembros de la Red se retroalimentan unos a otros, compartiendo sus batallas y éxitos». La española Nuria Fructuoso, directora de marketing de NaviLens, es una de los miembros de la Red. Su proyecto resultó ganador por Europa en la edición de 2019 en la categoría de movilidad sostenible y seguridad vial. NaviLens es un sistema de señalización digital universal inteligente para personas invidentes y con baja visión que les permite orientarse y obtener información accesible en un entorno desconocido, sin ayuda de terceros y sin necesidad de hardware o dispositivos adicionales más allá del propio teléfono móvil. Para esta emprendedora social, Red Innova es el elemento diferencial que hace únicos a estos premios. «El nivel de implicación, seguimiento y ayuda posterior a la obtención del premio, canalizada a través de Red Innova, es muy alto. En Red Innova nos hemos encontrado con un equipo de personas increíbles que no han dejado de estar pendientes de nosotros y nuestros proyectos en ningún momento», comenta. Esta atención permanente se plasma en un completo programa de iniciativas y actividades coordinadas desde la Red.

La Red conecta a semifinalistas y finalistas de las distintas ediciones de los Premios, ayudándoles a escalar sus proyectos más allá del momento puntual del galardón

«Intentamos ayudar a estos emprendedores apasionados a escalar el impacto de sus proyectos dándoles visibilidad, ayudándoles a construir conexiones y oportunidades u ofreciéndoles formaciones con expertos reconocidos», resume McDermott.

En cuanto al tipo de apoyo concreto que recibe cada miembro de la Red, este varía en función de sus necesidades concretas. Financiación, digitalización, aspectos operativos… No hay una receta única. «En algunos casos necesitan asesoramiento sobre cómo enmarcar el plan de negocio de cara a presentarlo ante potenciales inversores, de manera que muestren no sólo las métricas de impacto, sino también las de negocios. En otros casos, la principal carencia está en su escaso nivel de visibilidad y en la necesidad de estar conectados con otros socios clave de la Red», ilustra la experta de IE.

Red Innova es una iniciativa de Fundación MAPFRE, impulsada por IE University y directamente conectada a los Premios de Innovación Social de Fundación MAPFRE

Semifinalista en 2018, la primera edición de los Premios, la organización brasileña Aromeiazero (o simplemente «Aro», como es más conocida) es uno de los miembros veteranos de Red Innova. Esta iniciativa usa la bicicleta para reducir las desigualdades sociales y contribuir a hacer que las ciudades sean más sostenibles. Desde 2011, los trabajos de Aro han promovido una visión integral de la bicicleta, mejorando las expresiones culturales y artísticas, la generación de ingresos y los hábitos de vida saludables. Para Murilo Casagrande, fundador y director de Desarrollo Institucional, su responsable de Desarrollo Institucional, Red Innova supone un trampolín de crecimiento y aprendizaje. «Porque nos brinda la oportunidad de conocer otras iniciativas de otros países y sectores, participar en formaciones retadoras que nos obligan a pensar fuera de la caja y estar más cerca de las vías de financiación». Y reflexiona: «En un mundo que ha sido moldeado bajo criterios de competitividad máxima, aprender a trabajar juntos es un desafío para todos».

Inteligencia colectiva

El concepto «colectivo» adquiere pleno sentido y es de una enorme importancia en Red Innova. Con ese espíritu de cooperación y colaboración, la Red ha creado los Comités de Inteligencia Colectiva (CIC), grupos de trabajo reducidos, formados por miembros de la Red con intereses comunes y habilidades complementarias que comparten sus experiencias e intercambian conocimientos para el beneficio de la Red.

Uno de estos comités está centrado en un aspecto que puede ser fundamental para la supervivencia y sostenibilidad futura de los proyectos de emprendimiento social: las inversiones de Impacto. «A grandes rasgos, las inversiones de impacto son aquellas que los inversores realizan no solo con el objetivo de conseguir beneficios, sino priorizando el impacto que puedan tener en aspectos clave como la protección medioambiental, el crecimiento social o la mejora de la gobernanza», sintetiza Laura McDermott.

Entre los siete miembros de esté comité suman más de 100 años de experiencia en innovación, responsabilidad social corporativa, emprendimiento, finanzas y docencia. Con sus esfuerzos combinados persiguen ayudar a los miembros de la Red a optimizar su acceso a rondas de financiación, «compartiendo nuestras experiencias y conectando a inversores con emprendedores», dice la directora de Red Innova y perteneciente a este comité. Otro de sus integrantes, Joaquín Garralda, se muestra convencido de que la sostenibilidad será un factor cada vez más relevante en el futuro, algo que se pondrá de manifiesto gracias a «la creciente influencia que las inversiones de impacto van a tener en muchos proyectos de emprendedores sociales», vaticina.

Los miembros de la Red Innova en la gran final de la segunda edición que se celebró en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Los miembros de la Red Innova en la gran final de la segunda edición que se celebró en el Museo Reina Sofía de Madrid.

Lucha contra la covid-19

El impacto de las iniciativas de emprendimiento social y su propósito como organizaciones han brillado con luz propia durante la crisis de la covid-19. «La innovación social es increíblemente importante en estos tiempos, y hemos visto cómo muchos de nuestros miembros han adaptado y pivotado sus modelos para ayudar en la lucha contra la pandemia», destaca McDermott. Esta experta piensa que «la pasión, perseverancia y dedicación que muestran los emprendedores e innovadores sociales por mejorar el mundo en alguna medida serán fundamentales para el periodo de reconstrucción que llegará después del coronavirus».

Es, por ejemplo, el caso de NaviLens, que está adaptando su tecnología «a las nuevas formas de relación entre los servicios públicos y los usuarios y en la ayuda al distanciamiento social», indica Nuria Fructuoso. Para ello, la startup española está trabajando en diversos desarrollos como mayores opciones de etiquetado que permitan reducir la exposición al exterior de los usuarios, o nuevas funcionalidades de la tecnología como pago a distancia o visitas virtuales a museos.

También se está trabajando intensamente para contribuir a paliar la crisis sanitaria. Por ejemplo, con la campaña «Pedal contra Corona», mediante la cual, describe Murilo Casagrande, «distribuimos más de 300 kits de máscaras y alcohol en gel para los ciclistas de entrega». Otra de sus iniciativas es la campaña #DeliveryJusto, cuyo objetivo es «mostrar cómo la bicicleta puede ayudar a los pequeños restaurantes y a los establecimientos del vecindario a entregar sus productos».

Según Joaquín Garralda, uno de los aspectos más satisfactorios de colaborar en Red Innova es, precisamente, la oportunidad de «trabajar con personas que muestran mucha ilusión, compromiso con su proyecto y la esperanza de que pueden aportar a la sociedad algo más allá que un beneficio económico». Ese intangible al que llaman «propósito» y que resume perfectamente Murilo Casagrande al hablar de su proyecto. «Me siento obligado a construir una realidad diferente, más justa que la anterior. Volver a la normalidad no es una opción».

Para concluir, Paula Torres, quiere destacar que «la crisis sanitaria y social desatada a causa de la pandemia ha puesto de manifiesto que la innovación social tiene un papel importante que desempeñar de cara a la salida de la crisis y la recuperación y si hasta ahora ya era necesaria, a partir de ahora es más necesaria que nunca. Hemos visto muchos miembros de la red proactivos que han volcado sus recursos para ayudar frente a la pandemia. Hoy más que nunca debemos poner el foco en las personas, construir por y para ellas. Tenemos frente a nosotros un gran desafío y debemos estar a la altura».