Un año después de su llegada, no hay ni una sola parcela de la vida de las personas que no se haya visto condicionada por el Coronavirus. Trabajo, finanzas, familia, relaciones sociales y, por supuesto, salud se han visto trastocados por la COVID-19. Con el objetivo de tratar de determinar cómo está afectando la pandemia a la salud emocional de los españoles, Fundación MAPFRE y la empresa de investigación de mercados Salvetti Llombart han llevado a cabo un estudio para el cual han realizado un total de 2.500 entrevistas.
TEXTO: RAMÓN OLIVER IMÁGENES: ISTOCK
Salud emocional
Una las principales conclusiones de La nueva salud. Evolución del concepto de salud durante la crisis del COVID-19 revela que la salud emocional es la más afectada por la crisis sanitaria. «Muchos de nosotros no hemos pasado la COVID-19, pero casi todos hemos sentido miedo, angustia, tristeza, intranquilidad, trastornos del sueño… Aspectos claramente emocionales y cognitivos», comenta Ida Castellsaguer, partner y business manager de Salvetti Llombart.
El 41 % de los encuestados reconoce que su salud emocional ha empeorado como consecuencia de la crisis y la incertidumbre que ha traído consigo. Desánimo, apatía, miedo o ansiedad son los problemas más habituales. ¿Quiénes los sufren? Mujeres, jóvenes de entre 20 y 35 años, residentes en ciudades, hogares con un alto número de miembros y zonas con menor poder adquisitivo son los colectivos más vulnerables.
Confinamiento estricto, vuelta a la actividad, segunda ola… Estos meses han sido un continuo carrusel de cambios. Unos vaivenes que, apunta Antonio Guzmán, director de Promoción de la Salud de Fundación MAPFRE, pasan inevitablemente una factura emocional. «Llevamos muchos meses luchando contra el coronavirus, meses en los que hemos cambiado nuestros hábitos de protección (mascarilla, distancia social, lavado frecuente de manos…), sociales (menor contacto con familiares y amigos) o de ocio. Muchas de las actividades que hace un año parecían normales, como salir a cenar o al cine, ahora son extraordinarias. Esto nos lleva a una situación de agotamiento mental, o “fatiga pandémica”, que nunca antes habíamos experimentado».
Los efectos psicológicos del virus se han dejado ver en el estado anímico de la población. El 7 % asegura sentirse «muy mal» a nivel mental. Un 25 % cree que su agilidad mental y memoria han empeorado debido a un mayor cansancio (63 %), estrés (51 %) y dificultad para concentrarse (48 %), así como para manejar la tensión del día a día (42 %).
Distanciamiento social (83 %), evitar espacios cerrados y concurridos (78 %), más comida casera (40 %), más tiempo con la familia (44 %) y más consumo responsable (43 %) son algunos de los nuevos hábitos postpandemia
Curiosamente, una circunstancia singular e inédita como es el confinamiento ha sido experimentada con relativa calma por casi la mitad de los encuestados, que aseguran haber sentido «tranquilos» durante ese periodo. Entre sus efectos positivos, más tiempo en familia, un espacio para la introspección y autoconocimiento o la oportunidad que ha supuesto para cultivar la mente y el aprendizaje (lectura, cursos online, etc.).
Para el director de Promoción de la Salud de Fundación MAPFRE, lo peor de esta situación de incertidumbre es que «se alarga en el tiempo sin que se atisbe su final». ¿Cómo podemos mejorar nuestra salud mental en estas circunstancias?
Aunque sea complicado, dice Antonio Guzmán, la clave está en mantenerse positivo. «Hay que intentar evitar los pensamientos y las situaciones que nos producen emociones negativas y nos hacen daño», aconseja. También es muy importante mantener las relaciones con los amigos y la familia a través de las nuevas tecnologías. «Porque distanciamiento social no es sinónimo de soledad», recuerda este experto.
Salud física y hábitos saludables
Los encuestados se muestran más optimistas en lo que se refiere a su estado físico, con una nota media de 7 sobre 10. El 50 % declara sentirse «normal», por un 42 % «muy bien» y solo un 8 % «muy mal». Un amplio sector (60 %) estima que su salud física «está igual que antes de la pandemia»; el 19 % cree que incluso «ha mejorado», mientras un 22 % opina que «ha empeorado».
Los jóvenes de entre 20 y 26 años son el colectivo más perjudicado en este aspecto. Ganancia de peso (54 %), menos ejercicio (53 %), mayor sensación de cansancio (51 %), menor energía (49 %) y más dolores de cabeza (42 %) son los principales problemas físicos de los españoles en periodo de pandemia. La pandemia también ha traído consigo nuevos hábitos. Un 63 % asegura que desinfecta más su hogar con productos específicos, y un 57 % está prestando una mayor atención en general a su salud. Acudir a revisiones médicas periódicas (31 %), eliminar o reducir hábitos nocivos (25 %) o desarrollar técnicas de meditación/ relajación (21 %) son algunos de los hábitos que la pandemia ha traído a la vida de las personas.

Alimentación y deporte
Uno de los muchos aspectos que han cambiado en la vida de los españoles durante estos los últimos meses ha sido su alimentación. El teletrabajo o las limitaciones impuestas a la hostelería han provocado que se coma en los hogares con mucha mayor asiduidad que hace un año. Un 40 % de los españoles prepara más comida casera, algo que también afecta a la calidad de los alimentos que consumen.
Un 49 % de los encuestados asegura que sigue unos hábitos alimentarios más saludables. Evitar procesados, cocinar recetas con más nutrientes o una preferencia por los productos de temporada son algunas de las consecuencias de ese viraje saludable. Además, destaca Ida Castellsaguer, se ha producido un «renacer» de la comida y gastronomía casera, tanto por su vertiente sana, como por su dimensión lúdica. «La cocina se ha convertido en un espacio de cuidado, evasión, diversión y complicidad», asegura. Un creciente interés por lo local y los productos de proximidad, así como por conocer la trazabilidad de los alimentos son otras de las derivadas alimentarias de este periodo. E
El confinamiento y el sedentarismo han impulsado la necesidad de hacer deporte e incrementar la actividad física. El miedo al contagio, sin embargo, ha provocado que los hábitos y rutinas deportivas se hayan trasladado al interior de los domicilios. «Durante el confinamiento hemos descubierto el hogar como espacio para hacer deporte. El 40 % de la población ha realizado ejercicio en casa, y un 36 % ha comenzado a hacerlo a raíz de la pandemia», indica Castellsaguer. Esta especisliats, no obstante, piensa que, «si bien los cambios en salud y alimentación tendrán continuidad en el futuro, los que se refieren a la práctica de ejercicio físico probablemente no tendrán el mismo impacto en el medio-largo plazo».

Mayor importancia a la salud
En general, la pandemia parece haber traído una mayor conciencia de la salud a los españoles. «Hemos pasado de un concepto de salud muy centrado en lo tangible (el cuerpo), a entenderla como algo más amplio y holístico que incluye nuevas dimensiones como la mente, el bienestar o las emociones», expone Ida Castellsaguer. Así lo confirma el estudio, donde nueve de cada 10 encuestados consideran que la salud es «muy importante en su vida», y aseguran que «sentirse bien emocionalmente es tan importante como hacerlo físicamente». La falta de relaciones sociales es uno de los factores que más está afectando al bienestar de las personas. Siete de cada 10 declaran que les gustaría llevar un estilo de vida más saludable.
Además, explica la partner y business manager de Salvetti Llombart, «la pandemia nos ha hecho ver que la salud no es individual, sino colectiva. Nuestra salud y nuestros actos impactan en los demás y viceversa». Entra en juego, así, un concepto de «tribu» que, a juicio de Castellsaguer es muy positivo. Y es que, concluye, «como sociedad tenemos, entre todos, la oportunidad de construir un entorno más saludable y de tomar conciencia de que todos estamos conectados»