Proyecto Policy Incubator del Wharton Risk Management and Decision Processes Center de la Universidad de Pennsylvania (USA)
TEXTO: RAMÓN OLIVER IMÁGENES: JESÚS ANTÓN
En un país como Estados Unidos, habituado a huracanes, inundaciones y otros desastres naturales, para muchas familias el verdadero cataclismo se produce después del paso de estos devastadores fenómenos naturales, cuando llega el momento de la reconstrucción y la recuperación. Y es que la falta de recursos económicos impide a miles de personas el acceso a un seguro que les brinde cobertura frente a los efectos de una contingencia de este tipo.
Este es el problema al que se propone dar solución el proyecto que este año se ha hecho acreedor del Premio Internacional de Seguros Julio Castelo Matrán para reconocer a aquellas entidades que extienden la actividad aseguradora y propician la estabilidad económica. Hace un año la investigadora Carolyn Kousky y sus colegas en este centro lo pusieron en marcha con el objetivo de aportar soluciones reales en materia aseguradora que ayuden a las comunidades con mayor riesgo de sufrir un desastre natural a paliar sus efectos.
¿Cómo nació el proyecto?
Policy Incubator es fruto de la frustración de un grupo de investigadores que veíamos cómo las actuaciones y muchas de las políticas públicas en materia de cobertura de desastres naturales eran ineficaces y no hacían lo suficiente para mejorar la vida de las personas sobre el terreno. Por eso se nos ocurrió crear una incubadora de políticas públicas que se asemejara a una incubadora empresarial, solo que en lugar de en proyectos de emprendimiento, nosotros nos centramos en identificar nuevas políticas e ideas innovadoras que ayuden a las familias a recuperarse de un desastre natural.
¿Cómo puede su organización mejorar la vida de las personas?
Realizamos una serie de actividades que intentan integrar la investigación y la práctica. Trabajamos con ayuntamientos locales para diseñar mejor sus políticas y proporcionar un seguro de cobertura frente a desastres o catástrofes a personas que no se lo podrían permitir de otra manera. También buscamos desarrollar nuevas vías de generación de recursos para ayudar a los damnificados de un desastre natural a recuperarse mejor. Trabajamos también a nivel federal con el gobierno de Estados Unidos para implantar una mejor legislación en esta materia y, en general, para lograr una preparación más eficaz y adecuada frente a este tipo de emergencias.
Sus proyectos involucran a mucha gente
Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos es trabajar con personas y entidades pertenecientes a ámbitos muy diversos. Entre nuestros interlocutores están los representantes de las administraciones local, federal o estatal, el sector privado e investigadores de muy diversas disciplinas. Y a menudo no hay comunicación entre ellos. Lo que intentamos hacer en esos casos es sentar a todas esas partes en una misma habitación y procurar que se pongan de acuerdo. Pero no siempre es sencillo cruzar tantos puentes.
¿Un proyecto del que se sienta especialmente orgullosa?
En los Estados Unidos las inundaciones son uno de los peores desastres que pueden suceder, y hay muchas familias que no están aseguradas frente a estas situaciones. La ayuda pública es insuficiente para familias con bajos ingresos. Por eso estamos diseñando un programa a nivel federal que ayude a estas personas con pocos recursos a tener un seguro. También a nivel más local, hay una innovadora iniciativa en Portland para intentar reducir los costes de los seguros frente a inundaciones.
¿En qué nuevos proyectos están trabajando?
Precisamente ahora estamos comenzando a actuar con comunidades de la costa para ayudarles a adaptarse al cambio climático. El proyecto trabaja sobre las bases de comprender el nuevo patrón de las tormentas y del aumento del nivel del mar. En paralelo, se busca un cambio en la legislación vigente sobre el terreno que ayude a preservar la economía de estas zonas costeras, sus sistemas ecológicos y que asegure que estas poblaciones puedan vivir en condiciones seguras.
¿Qué tendría que pasar para que un proyecto como «Policy Incubator» deje de ser necesario en el futuro?
Me temo que queda mucho para eso. Ahora mismo intentamos cerrar tres brechas que tenemos identificadas. Por un lado está la brecha del seguro, las personas que no tienen seguro para hacer frente a estos desastres. En segundo lugar está la brecha de la prevención: muchas personas que no han adoptado medidas para reducir sus riesgos. Y, finalmente, la brecha del clima, hacer frente no sólo a los desastres del presente, sino también a los del futuro. Si conseguimos tener éxito en estos tres frentes, será increíble.