TEXTO: MARTA LÓPEZ IMÁGENES: ISTOCK

Reality, una denuncia al sufrimiento de los niños y niñas que viven en países en guerra

Save the Children ha realizado, dentro de la conmemoración de su centenario y su campaña global No a la guerra contra la infancia, el cortometraje Reality. Se trata de una continuación de Historias para no dormir, protagonizado por Lydia Bosch y Dani Rovira. Con este proyecto, la organización quiere involucrar al espectador en la defensa de la infancia que sufre las bombas y los disparos en primera persona. Su objetivo es mejorar las legislaciones estatales e internacionales para proteger a los más pequeños que viven en la guerra.

«Actualmente en el mundo hay 420 millones de niños y niñas que viven en zonas de conflicto armado. Debemos ser capaces de empatizar con ese dolor si queremos acabar con él. Nunca antes ha habido tantos niños y niñas víctimas de las guerras. Nos necesitan con urgencia», ha asegurado Andrés Conde, director general de Save the Children.

Por esto, Save the Children quiere con esta campaña dar voz a los niños y las niñas que sufren actualmente los estragos de los conflictos armados. Además, la organización ha vuelto a realizar un llamamiento para que los Estados no vendan armas a partes involucradas en conflictos armados cuando la infancia pueda llegar a ser el objetivo bélico. En 2017, miles de niños y niñas se quedaron solos o fueron separados de sus familiares como consecuencia de los conflictos armados, y muchos de ellos demostraron tener una gran resiliencia y un gran poder para recuperarse si se les brinda el apoyo adecuado. Para ver el cortometraje, puedes acceder a la página web de Save the Children: www.savethechildren.es

Drones para plantar árboles

El mundo pierde más de 7 hectáreas de bosque cada año, alrededor de 27 campos de fútbol por minuto, según el Fondo Mundial para la Vida Silvestre. Los árboles son esenciales para almacenar las emisiones de gases de efecto invernadero, filtrar el aire y el agua, nutrir el suelo, proporcionar alimentos y refugio, y fomentar los ecosistemas.

Debido a ello, la compañía británica BioCarbon ya está utilizando drones para plantar semillas de árboles en bosques devastados, y según la empresa, podrán llegar a plantar mil millones de árboles por año. Un cifra que sin duda ayudaría a compensar el ritmo que lleva la deforestación industrial hoy en día.

La cuchilla que reutiliza las botellas de plástico

El cambio climático y los cada vez más preocupantes índices de contaminación obligan a agudizar el ingenio para reciclar o reutilizar la inmensa cantidad de plástico que tiramos a los vertederos o al mar. Este utensilio, creado por una nueva empresa con sede en Francia, se llama Plastic Bottle Cutter y se trata de una cuchilla que convierte las botellas de plástico en tiras de varios metros de longitud. No es el reciclaje clásico porque seguimos teniendo plástico pero sí es upcycle, una reutilización creativa. Las tiras de plástico resultantes son tan duras que son capaces de arrastrar un coche sin romperse. Si las calientas se funden, por lo que pueden usarse para unir madera u otros materiales. Incluso se pueden utilizar con propósitos decorativos.

Producir agua en condiciones extremas ya es posible

Enrique Veiga es el creador de la máquina que es capaz de producir 3.000 litros de agua potable al día, incluso en las condiciones más extremas, en pleno desierto. Esta máquina puede hacer paliar la falta de agua en situaciones límites como campamentos de refugiados y catástrofes naturales, con agua libre de contaminantes.

Su funcionamiento es muy sencillo, captura el agua disuelta en la atmósfera y provoca su condensación. El resultado son gotas de agua que caen a casi 30° C y una humedad relativa del 17%. Gracias a los filtros que incorpora se puede potabilizar para después ser almacenada en un depósito lista para su consumo.

El gobierno de Namibia, un país con graves problemas de sequías, encargó la fabricación de 1.500 unidades.