Nicholas Nixon. Las Hermanas Brown. Colecciones Fundación MAPFRE

Del 11 de junio al 5 de septiembre de 2021 puede visitarse en el Espai 2 del Centro de Fotografía KBr Fundación MAPFRE (Barcelona) la exposición dedicada a la serie Las Hermanas Brown del fotógrafo Nicholas Nixon, que recoge por primera vez a nivel mundial las cuarenta y cinco fotografías que la componen hasta la fecha, incluida la última, realizada en otoño de 2020.

TEXTO: ÁREA DE CULTURA DE FUNDACIÓN MAPFRE
IMÁGENES: © NICHOLAS NIXON

Desde 2007, la fotografía constituye uno de los ejes fundamentales de la programación de exposiciones de Fundación MAPFRE. Ese año la institución adquirió la serie Las Hermanas Brown, del norteamericano Nicholas Nixon, con la que inauguraba el fondo dedicado a dicha disciplina. Centrado sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, tiene como principal objetivo la fotografía artística, especialmente aquella que se inserta en la tradición documental, y otorga un peso específico al retrato, género en el que Nixon ha centrado su actividad desde el principio de su carr era.

Ha pasado ya casi medio siglo desde que el artista iniciara esta serie, que sigue siendo una de las obras más significativas de la fotografía contemporánea, y como tal, forma parte de los fondos de instituciones internacionales de renombre, como el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, donde se presenta en la colección permanente; la National Gallery of Art de Washington; el Museum of Fine Arts de Houston (Texas); el Fogg Art Museum de Cambridge (Massachusetts), o la Maison Européenne de la Photographie de París.

En 1974, Nicholas Nixon se traslada a vivir a la ciudad de Boston con su esposa Beverly Brown. Comienza entonces a utilizar frecuentemente una cámara de gran formato, de 8 x10 pulgadas, que es la que sigue utilizando hoy en día y con la que realiza todos los años la fotografía de las hermanas Brown. Con ella puede capturar los motivos con gran detalle y nitidez, y la gama de luz que obtiene es tan sutil que le permite potenciar la sensación de realidad. En 1975 participa en la exposición colectiva New Topographics, organizada en la George Eastman House y en 1976 celebra su primera exposición individual en el Museum of Modern Art de Nueva York, en la que presenta su serie más reciente, dedicada al paisaje urbano.

The Brown Sisters [Las hermanas Brown], 2020 Plata en gelatina
The Brown Sisters [Las hermanas Brown], 2020 Plata en gelatina

A partir de 1977 Nixon se centra en el retrato. Fotografía a personas en los porches de sus casas y reuniones sociales entre amigos. En 1983 retrata a ancianos alojados en residencias, un proyecto que se prolongará a lo largo de los años, impulsado por su trabajo continuado como voluntario en centros de mayores y hospitales y que se relaciona con su conocida serie People with AIDS (1988), que más tarde tomó forma de libro. En la publicación se recoge la vida de quince personas afectadas por el sida, así como cartas y entrevistas realizadas por su esposa Bebe. Tanto en una serie como en otra, se establece ya una relación íntima entre el fotógrafo y los individuos que posan ante la cámara, pues los conoce personalmente. Tal y como señala Carlos Gollonet, comisario de la muestra: «La sencillez y rotundidad de estas imágenes las hace estremecedoras; lo que nos conmueve en ellas no depende de su belleza, o del dolor que contienen, sino de esos pensamientos que se hacen palpables, de la paradójica y perturbadora constatación de que vida y muerte se presentan de la mano».

A partir del año 2000, inicia su proyecto Parejas, en la que el artista también toma un papel activo, no sólo como fotógrafo. Primero establece un clima de confianza con los modelos y cuando considera que ha llegado el momento, dispara. A lo largo de toda su trayectoria, veremos cómo Nixon vuelve una y otra vez sobre los mismos motivos, sus series continúan abiertas y en constante evolución, como sucede en el caso de Las Hermanas Brown.

Hermanas Brown

En el verano de 1974, con ocasión de una reunión familiar en la casa de campo de los Brown, Nixon retrató a Bebe junto a sus hermanas. A pesar de que esta primera imagen no satisfizo del todo sus expectativas, al año siguiente el artista decidió hacerla de nuevo y obtuvo mejores resultados, convirtiéndose en la primera fotografía de una de las series hoy más conocidas en el ámbito de esta disciplina, Las Hermanas Brown. Entonces su esposa tenía veinticinco años, Heather veintitrés, Laurie veintiuno y Mimi quince. Desde entonces, cada año, un nuevo retrato. El propio Nixon recuerda: «Las fotografías de las hermanas Brown fueron totalmente casuales. A todos nos gustó mucho una fotografía y de ahí el impulso del que salió la idea. La misma que se les ocurre a la mayoría de los padres».

Desde su inicio la serie comparte algunas constantes formales: «En cuanto a la forma de captar a las hermanas, estas aparecen siempre en el mismo orden: el que ocuparon por azar la primera vez que fueron fotografiadas, y ocasionalmente en pose frontal, mirando a la cámara. Por lo general, las fotografías se realizan en exteriores, aprovechando una luz natural que inunda toda la composición. La perfección técnica, precisión y claridad de las imágenes hacen de esta serie una obra maestra, que entronca perfectamente con la tradición del formalismo de la fotografía americana del siglo XIX».

The Brown Sisters [Las hermanas Brown], 1980 Plata en gelatina
The Brown Sisters [Las hermanas Brown], 1980 Plata en gelatina

Las fotografías familiares son una constante en la obra del artista. En el caso de esta serie, no se puede obviar el aire de álbum familiar que emana de cada una de ellas y que nos retrotrae a momentos y emociones pasadas. Pero el tema de este proyecto es el tiempo. Detenerlo ha sido una de las ambiciones de la fotografía desde sus inicios. Sin embargo, y como no puede ser de otra manera, este transcurre inexorable. Modifica los rostros, los cuerpos y el color del pelo, también las experiencias de vida, como se aprecia en las imágenes que conforman Las Hermanas Brown. La cámara inmortaliza cada año un único instante, que para el espectador permanece inalterable en el recuerdo; pero cuando se vuelve a él, en el contexto de la serie, ese recuerdo puntual se modifica. Constatamos los cambios que el paso del tiempo causa en las cuatro protagonistas, algo que nos sorprende tanto como nos emociona, quizá porque, entre otras cosas, lo que sentimos es una dolorosa sensación de pérdida. Y no solo en relación a ellas, sino porque ese paso del tiempo ha hecho, también e irremediablemente, mella en nosotros mismos.