Tres de cada 10 familias en situación de pobreza han dejado de comprar medicamentos por falta de recursos. Son datos del Banco Farmacéutico, una ONG española, con más de 10 años de antigüedad, que incide en la importancia de la recogida solidaria de medicamentos para que ninguna persona se quede sin el tratamiento que necesita. A este objetivo se unen voluntarios como Ana Gil, consejera delegada de EDF Península Ibérica, quien se muestra orgullosa de que en una sola campaña anual numerosas farmacias y voluntarios se vuelquen en una iniciativa solidaria año tras año.
TEXTO: NURIA DEL OLMO. @NURIADELOLMO74 FOTOS: MÁXIMO GARCÍA
Su llegada a Madrid, hace dos años, coincidió con un salto profesional en la principal empresa de generación y distribución eléctrica de Francia. También con nuevos retos en el terreno del voluntariado y de la acción social. Ana Gil (Zaragoza, 1971) participa actualmente en una campaña solidaria de medicamentos básicos que impulsa Banco Farmacéutico, entidad sin ánimo de lucro que contribuye a que más de 2 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusión dispongan de medicinas. Su espíritu solidario crece cada día y siempre que puede lo promueve en su propia organización, con actividades que le proporcionan enorme satisfacción.
¿Cómo comenzó su participación en Banco Farmacéutico?
Todo comenzó gracias a una amiga, a la que hace tiempo acompañé como voluntaria y con la que descubrí, que a pesar del principio de universalidad de nuestro sistema de seguridad social, existen colectivos que sufren pobreza farmacéutica. Tuve claro que debía contribuir con un poco de mi tiempo a mejorar lo más valioso que tenemos, que es nuestra salud, y ayudar a personas que en ciertas ocasiones deben elegir entre comer o medicarse. La labor del Banco Farmacéutico permite tender un puente hacia esas personas que desconocemos y que no tienen acceso a algo que para la mayoría de nosotros es tan básico y esencial.
«Nuestro objetivo es que ningún paciente renuncie a su tratamiento por falta de recursos económicos»
¿Qué tipo de personas forman parte de esta ONG?
El verdadero motor de la asociación son los más de 60 voluntarios de acción continua que colaboran durante todo el año en diversos proyectos, así como la labor de las más de 900 personas que participan cada año en la campaña de medicamentos solidarios, que desde su inicio, en 2007, ha conseguido recoger más de 120.000 medicamentos gracias a la colaboración de más de 1.000 farmacias y 2.500 voluntarios.
El 10 de marzo es un día muy importante. ¿Qué objetivos se persiguen este año?
Efectivamente es un día esencial, en el que se concentra todo el esfuerzo del año. Una vez más animaremos a los ciudadanos a colaborar con la compra de un cupón solidario de 2,5 euros con el objetivo de recaudar un mínimo de 30.000 euros. La labor de los voluntarios es imprescindible para que una campaña solidaria funcione. Es fundamental implicar a 1.200 voluntarios como mínimo para que se desplieguen en las 600 farmacias que se han comprometido este año en distintas ciudades españolas. En esta edición, en lugar de recoger medicamentos que no requieren prescripción médica, como se ha hecho durante los últimos 10 años, se recaudarán fondos para ayudar a pagar planes de medicación que sí la requieren, y que responden por lo tanto a problemas de salud de mayor gravedad o incluso crónicos.
¿Qué distingue a los voluntarios que colaboran con la campaña?
Creo que somos personas que ofrecemos nuestro tiempo a dar visibilidad a un problema real y desconocido para muchos. También promovemos una serie de valores esenciales, como la solidaridad, la generosidad y la empatía, que nos gusta compartir con el resto de los ciudadanos, y que sin duda contribuyen a que nuestra sociedad sea más humana y menos indiferente. Somos conscientes, además, de las necesidades que tienen miles de personas sin techo, familias con niños, drogodependientes o enfermos psíquicos, entre otros y nos esforzamos por sensibilizar al resto de la sociedad para que se sumen al proyecto.
¿Por qué? ¿Qué aporta este tipo de trabajo?
La recompensa de ayudar a los demás, mejorar su salud y apoyar a las personas más vulnerables a que se sientan queridas y acompañadas es enorme. También resulta muy gratificante comprobar la buena acogida que tiene la campaña entre aquellos que entran a una farmacia. Tan pronto como conocen el motivo de nuestro trabajo, se interesan y se implican. Es muy gratificante.
¿Colabora con otros proyectos solidarios?
Dentro de la compañía decidí proponer al equipo varias iniciativas solidarias que fueron muy bien acogidas. Durante el pasado mes de diciembre, por ejemplo, decidimos donar el importe equivalente al regalo corporativo para clientes a la Fundación Aladina. También hemos promovido que los empleados se asocien a este tipo de iniciativas y que donen el equivalente de su cesta navideña. Son acciones que gustan y que obtienen una excelente participación.