En mayo de 2021, Fundación MAPFRE anunciaba que ampliaba en 10 millones de euros su ayuda en Latinoamérica, hasta los 45 millones, para combatir la pobreza y la exclusión social. Una cifra tan relevante que habla de grandes ambiciones y pequeñas historias de lucha y superación. Estas son algunas de ellas en los 18 países en las que se han desarrollado.

TEXTO: ÁNGEL MARTOS

El bienio 2020-2021 ha sido extraordinario para todos. También para Fundación MAPFRE, que afrontó la pandemia por covid-19 con un esfuerzo presupuestario que en un primer momento se cifró en 35 millones de euros, a los que sumó otros 10 millones para ayudar a los colectivos más desfavorecidos: unas 168 000 personas de 18 países fundamentalmente de Latinoamérica. «Ninguna pandemia nos va a hacer renunciar a nuestro compromiso con el progreso social», subrayaba entonces Antonio Huertas, presidente de Fundación MAPFRE, sobre la magnitud de la respuesta realizada durante esos dos años.

Los proyectos se han llevado a cabo con la ayuda de 5000 voluntarios y en colaboración con 167 entidades sociales, como la Red de Banco de Alimentos de México, la Fundación Once para América Latina (FOAL) o la Fundación Banco do Brasil, entre otras. Y han estado dirigidas a reducir la desnutrición y la exclusión social, así como a promover la empleabilidad, la educación y el emprendimiento. También a proporcionar material sanitario. Y es que, como ha señalado Huertas, «cuando la solidaridad se pone en marcha no hay quien la detenga».

En este artículo conoceremos algunas experiencias concretas sobre cómo la presencia de Fundación MAPFRE construye un cambio real para miles de personas en toda Latinoamérica. Argentina, Brasil, Honduras, México, Panamá y Uruguay son algunos de los países protagonistas. Pero también se han producido acciones en Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú, República Dominicana y El Salvador. Algunas, para garantizar los niveles básicos de nutrientes en bebés y niños hasta 10 años. Otras han tenido como objetivo contribuir a la recuperación económica de las familias más vulnerables, en especial las encabezadas por mujeres. Y apoyar el mantenimiento de la educación de los grupos más golpeados por la pandemia.

Argentina

Caja alimentaria para niños de Argentina
Caja alimentaria para niños de Argentina

Hay 1000 días críticos en la vida de un recién nacido en peligro de malnutrición. Desde la concepción hasta los dos años de vida, la desnutrición infantil aumenta la mortalidad causada por enfermedades y es la causa del 45 % de los casos según la Organización Mundial de la Salud. Producida en etapas tempranas, «las alteraciones llevan a un deterioro permanente e irreversible del desarrollo intelectual del niño», confirma Gabriela Sabio, directora médica asistencial de la Fundación Conin en Argentina. «A medio plazo dará como resultado un menor crecimiento, alteración del desarrollo psicomotor y menor capacidad de aprendizaje. Y a largo plazo, menos años de escolaridad, menor rendimiento intelectual, menor desarrollo del capital humano y menor capacidad de crecimiento económico (perpetuación de la pobreza)». Por estas contundentes razones, en 1993 nació esta organización que se enorgullece de haber podido rescatar de esa lacra a 17 000 niños y niñas en sus 110 centros en todo el país austral. «Es de suponer que la situación sanitaria, con sus consecuencias sociales y económicas, han agravado las condiciones de acceso a la salud, así como a la alimentación y actividad física de nuestros niños», afirma Sabio. Para luchar contra esta deriva por la pandemia, Fundación MAPFRE y Fundación Conin crearon una caja alimentaria para la recuperación de 1274 niños de hasta 10 años con diagnóstico de desnutrición, de 77 centros Conin en Argentina, por el plazo de 3 meses. Es la primera vez que ambas organizaciones colaboran y «la experiencia del trabajo conjunto fue maravillosa, dada la calidad humana de los involucrados y la posibilidad de llegar con un recurso fundamental y valioso como son las fórmulas y los juguetes a los lugares más olvidados y remotos del país», subraya Gabriela Sabio.

Brasil

Entrega de alimentos en Brasil
Entrega de alimentos en Brasil

«La realidad de una favela no es fácil porque tenemos la certeza que salimos de casa todos los días, pero no sabemos si volveremos», por la violencia armada en las calles. Es el testimonio de Michelle, madre de cuatro hijos y una de las 6000 beneficiarias del programa de educación, empleabilidad y acceso a internet #PraFrente, impulsado por Fundación MAPFRE en colaboración con el Instituto Gerando Falcões. Las favelas y las poblaciones rurales más deprimidas son los entornos de estas mujeres que sueñan con crear microempresas relacionadas con la alimentación, la belleza o la artesanía. ¿El objetivo? Conseguir una buena estabilidad financiera para lograr independencia y sustentar a sus familias. «La sociedad y la familia decían que yo no sería nadie», recuerda Michelle, pero hoy, tras haber pasado por #PraFrente, «demuestro lo contrario con mi espacio y mi trabajo».

Fundación MAPFRE también ha colaborado en el país con Fundación Banco do Brasil, en el programa Brasileiros for Brazil. El objetivo es conectar al pequeño productor rural con dificultad para comercializar su producción por las consecuencias de la pandemia con las familias que se encuentran en vulnerabilidad social. «Son cestas de alimentos conformadas por artículos básicos, como arroz, frijol, sal, aceite, azúcar, café, entre otros, así como alimentos orgánicos producidos de manera sostenible», señalan desde la entidad carioca. Desde su lanzamiento en octubre de 2021, la acción ya ha beneficiado a 15 600 familias de pequeños agricultores ubicados en todas las regiones del país (más de 62 mil personas) y ha distribuido más de 5500 toneladas de alimentos a unas 982 000 personas.

Honduras

Unidad de Cuidados Intensivos en Honduras
Unidad de Cuidados Intensivos en Honduras

Durante la pandemia por coronavirus, hemos tenido que aprender el significado de muchas palabras y siglas. UCI, unidad de cuidados intensivos, ha sido una de ellas y en cada oleada nos ha servido de dramático indicador del desastre humano y sanitario. En un país como Honduras, en el que su centro público de referencia, el Hospital Escuela, da servicio a 600 000 personas y contaba con una UCI de solo 7 plazas, significó para muchos enfermos «una sentencia de muerte, al impedir una atención adecuada de emergencia», explica Óscar Cárcamo, uno de los responsables de la institución. Por eso, la acción de Fundación MAPFRE en el país se ha centrado en la construcción de una sala de cuidados intensivos con 12 plazas que atiende ya a unos 150 pacientes de covid-19 al mes. La infraestructura lleva el nombre de «Sala Fundación MAPFRE», y tras la pandemia continuará activa con pacientes con otras dolencias.

México

Máquinas de coser para mujeres indígenas en Monterrey, México
Máquinas de coser para mujeres indígenas en Monterrey, México

La muñeca de Amealco es un popular icono otomí de México. Decenas de artesanas de esta etnia sustentan a sus familias con su confección y venta. Es el caso de Lucía Nicolás, madre de un niño con discapacidad, que hasta 2021 conseguía apenas producir 30 ejemplares. Hoy en día, gracias a la donación de una máquina de coser, Lucía puede hacer en ese mismo tiempo hasta 150 muñecas. «Las vende a mejores precios por su acabado y hasta ha podido recibir pedidos vía redes sociales», explica Gabriel Rivera, director de la ONG Altitud, especializada en microcréditos integrales. En colaboración con Fundación MAPFRE, se han repartido 100 de estas máquinas para apoyar a otras tantas mujeres indígenas radicadas en el Estado de Monterrey. La acción sigue el popular proverbio chino según el cual «dale un pez a un hombre, y comerá hoy; dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida». Para tener aún mayor recorrido, la acción se ha acompañado de cursos de capacitación en habilidades textiles y de emprendimiento. En México existen 11 millones de hogares en los que la cabeza de familia es una mujer y aproximadamente el 50 % vive en la pobreza debido a la falta de oportunidades laborales que les permitan tanto generar ingresos como atender a sus familias. «El sector textil es la industria con peores condiciones y es una de las industrias que menos ingresos reciben los que confeccionan las prendas, por lo que creemos que se puede generar una industria textil más equitativa y justa para todos», explica Rivera.

El otro hito de la acción de Fundación MAPFRE en México ha sido la donación realizada al Banco de Alimentos del país, la mayor de su historia. «Con esta inversión logramos apoyar hasta 27 000 familias mexicanas, beneficiando a más de 108 000 personas» durante los dos meses de duración, explica Manuel Mendoza, gerente nacional de Inversión Social de la Red BAMX. La institución atiende habitualmente a más de 2 millones de personas en todo el país norteamericano gracias a su inmensa labor de «rescate» y reparto de alimentos que, en otro caso, se perderían, además de las donaciones de particulares y empresas. «En México se desperdician anualmente más de 24 millones de toneladas de alimento, y en la Red BAMX apenas alcanzamos a rescatar por año menos del 1 %. Es por ello que requerimos apoyo económico de todos los sectores, principalmente del privado», cuenta Mendoza. La gran donación de Fundación MAPFRE ha supuesto no solo mejorar la salud nutricional de miles de personas, sino además «motivación, inspiración para todo nuestro equipo, tanto por los tiempos incierto e inestables que ha traído la pandemia por covid-19, y también por la confianza que depositaron en nuestra organización».

Panamá

Inauguración de una cocina para la comunidad, en Panamá
Inauguración de una cocina para la comunidad, en Panamá

Ver el antes y el después es uno de los atractivos de los programas de televisión dedicados a las reformas de casas. Pero mayor satisfacción obtenemos cuando de lo que hablamos es de la rehabilitación de una cocina escolar, en la localidad panameña de Hato Chami, donde la mayoría de las personas viven con menos de un dólar al día. «La antigua cocina de la escuela tenía una estructura muy básica, que consistía en barras de madera, un techo de zinc, una chimenea/estufa abierta hecho por ellos mismos…», recuerda Bastian Barnbeck, director de la Fundación Waved, que ha realizado este proyecto en colaboración con Fundación MAPFRE. La nueva cocina tiene capacidad para alimentar a 1117 estudiantes y más de 60 maestros de la comarca Ngäbe Bugle, una de las cincos áreas indígenas dentro de Panamá. Waved promueve la educación integral de los estudiantes con el surf como herramienta de desarrollo personal.

Uruguay

En Uruguay, Josefina pudo seguir estudiando pese a estar hospitalizada
En Uruguay, Josefina pudo seguir estudiando pese a estar hospitalizada

Josefina era una niña de 10 años enferma de cáncer. Durante su largo tratamiento hospitalario, poder continuar el curso escolar fue de gran ayuda para tener una meta, saber que tenía sentido seguir cuidándose. «Generó en ella el beneficio de concentrarse en estudiar y no pensar en su enfermedad todo el tiempo, mantener sus vínculos con amigos y maestras…», recuerda su madre, Florencia Krall. «Ella misma decía, “no quiero pintar más, hacer manualidades, o ver payasos, quiero estudiar, hacer ejercicios de matemáticas”». Hoy ella ya no está entre nosotros, pero su experiencia de alumna hospitalizada inspiró a sus padres a crear la Fundación Humaniza Josefina. Su programa Sanamos Aprendiendo ha adquirido en tiempos de pandemia y aislamiento una importancia aún mayor, con la necesidad de contar con plataformas virtuales que permitan el acceso online a los estudios. «Funciona como un traje a medida del niño, en el que el equipo multidisciplinario de nuestra Fundación genera un enlace con el centro educativo del cual proviene», explica Krall. Gracias al apoyo de Fundación MAPFRE 50 niños del hospital pediátrico público Pereira Rossell han accedido a este programa. «Hoy es posible brindarlo solamente en este Hospital gracias a los apoyos financieros de empresas benefactoras, pero se hace muy difícil extenderlo a otros hospitales por los costos que implica».

Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana y Uruguay

La exigencia de sumar esfuerzos que ha traído la pandemia ha fructificado también en la primera colaboración entre Fundación MAPFRE y la Fundación ONCE para la Solidaridad con las Personas Ciegas de América Latina (FOAL). Un proyecto con una dotación de 100 000 euros que contempla una formación de tres meses de duración, prácticas en empresas por otros tres meses y la adaptación del puesto de trabajo para las 86 personas con discapacidad seleccionadas de estos 11 países. «Entendemos que el trabajo es la mejor forma de integrar a una persona en la sociedad a pleno derecho», defiende Daniel Restrepo, director del área de Acción Social de Fundación MAPFRE, que pone de manifiesto, además, cómo «las personas con discapacidad han sido de los colectivos que más han sufrido la pandemia y las restricciones».