El ahogamiento es una de las principales causas de muerte por traumatismo en el mundo, aunque ni los gobiernos ni los ciudadanos parecen tener conciencia de ello. Los rescates y los primeros auxilios son necesarios, pero la prevención se erige como la principal herramienta para reducir el número de accidentes.

TEXTO: CRISTINA BISBAL    FOTOGRAFÍA: ISTOCK

 

Las cifras que facilita la Organización Mundial de la Salud son escalofriantes. En el año 2015, en todo el mundo murieron por ahogamiento unas 360.000 personas. De hecho, es la tercera causa más importante de mortalidad por traumatismo no intencional, y representa un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos. Pero es que además estos datos pueden estar lejos de la realidad, porque «los métodos utilizados para clasificar los datos oficiales sobre ahogamientos hacen que queden excluidas las muertes por ahogamiento intencionado (suicidio u homicidio), así como los ahogamientos resultantes de inundaciones catastróficas y de incidentes en el transporte acuático», dice el documento sobre Ahogamientos de OMS. La realidad es que si se contaran estos casos, la cifra aumentaría de manera considerable: hasta en un 50% en países ricos.

Estos datos no son los únicos que sobrecogen. También el hecho de que afecte especialmente a niños y adolescentes: el ahogamiento es la principal causa de muerte entre niños de 5 y 14 años de edad (en España, la ma yor tasa de muertes por esta causa es la de 70-79 años). Según el estudio Panorama de la seguridad vial infantil en España, ha habido años en la última década en los que los ahogamientos se han cobrado más vidas de niños menores de 15 años que los siniestros de circulación. En Estados Unidos es la segunda causa de muerte por trauma en niños de 1 a 4 años de edad. Es tas situaciones suponen un verdadero drama en las familias. Dice David Szpilman, director médico de la Sociedad Brasileña de Salvamento Acuático —SOBRASA— y referencia mundial en el tema: «En contraste con otras enfermedades, el ahogamiento ocurre inesperadamente en la mayor parte de las ocasiones, sobre todo con niños, lo que genera una situación caótica en el ámbito familiar. Entre todas las posibilidades de trauma, el ahogamiento es, sin duda, el de mayor impacto familiar, social y económico».

En efecto, es una situación extremadamente dramática. Pero además, tiene importantes consecuencias económicas que no se deben subestimar. «Aunque los datos son escasos, varios estudios contienen información sobre las consecuencias económicas de los ahogamientos. En Estados Unidos, un 45% de las personas muertas por ahogamiento forma parte del segmento económicamente más activo de la población. Solo en este país, los ahogamientos en aguas litorales entrañan costos directos e indirectos por valor de 273 millones de dólares al año. En Australia y Canadá, el costo total es, respectivamente, de 85,5; y 173 millones de dólares al año», afirma la OMS. Este dato hace referencia a aguas litorales, pero curiosamente son mucho más letales las aguas dulces: un 75% del total de muertes. En concreto, en algunos países es en los ríos donde más se suceden estas tragedias, según informes elaborados por SOBRASA.

La herramienta de mayor eficacia en la lucha contra los ahogamientos es la prevención

Ante esta perspectiva, se hace evidente la necesidad de actuar. «La palabra ahogamiento remite al rescate y a las medidas de primeros auxilios como las más importantes, sin embargo la herramienta de mayor eficacia en la lucha contra los ahogamientos es la prevención». Esta frase de Szpilman deja claro dónde hay que poner el acento a la hora de ponerse en marcha para reducir el número de muertes. Tanto es así que según el Manual de Emergencias Acuáticas de la Sociedad Brasileña de Salvamento Acuático, las medidas de prevención pueden evitar el 85% de los casos de ahogamiento. Y no solo actúan en la reducción de la mortalidad, sino también de la morbilidad (lesiones resultantes de la enfermedad) por ahogamiento.

La Guía para la Prevención de los Ahogamientos de 2017, de la OMS habla de seis intervenciones básicas de prevención: proporcionar espacios seguros lejos del agua a los niños en edad preescolar; instalar barreras para controlar el acceso al agua; enseñar a los niños en edad escolar (mayores de 6 años) a nadar, así como competencias para la seguridad en el agua; crear resiliencia y gestionar los riesgos de inundación y de otro tipo; formar a las personas del entorno en rescates seguros y reanimación; y establecer y hacer cumplir reglamentos para las embarcaciones de recreo y transporte y los transbordadores. Solo de este modo parece que se conseguirán bajar las cifras con las que comenzamos el reportaje.

David Szpillman: «La gente no cree que cualquiera pueda ahogarse»

Este brasileño y sus tres hermanos se criaron en la playa de Copacabana y desde pequeño tuvo contacto con los peligros del agua y de los deportes acuáticos, que practicaba desde jovencito. Sus experiencias como amante del mar y como médico le hicieron consciente de los peligros de los ahogamientos. Hoy en uno de los mayores expertos en salvamento marítimo, uno de los fundadores de la Sociedad Brasileña de Salvamento Acuático y su director médico.

¿Cree que las autoridades tienen un concepto real del problema?

No, los números de muertes por ahogamiento reales están por encima del millón al año en todo el mundo. Es una de las principales causas de muerte en niños y adultos jóvenes en el mundo, aunque se cuantifica solo una parte del problema. Esto ocurre por la forma en que se recopilan y clasifican los datos sobre el tema, así como por la dificultad en interpretarlos y ajustarlos a nuestra realidad (Spillman se refiere a que los homicidios, los suicidios y las muertes por inundaciones no se cuentan como muertes por ahogamiento).

¿Cuál es la principal causa de ahogamiento?

La principal causa de ahogamiento es que las personas no creen que un ahogamiento puede ocurrirle a cualquiera, de cualquier edad, sexo y nivel social.

Según la OMS, en los países de ingresos bajos y medios se concentra el 90% de las muertes. ¿Quiere esto decir que con recursos se podrían reducir?

Sí, con grandes y buenas campañas de prevención se podría hacer mucho y conseguir buenos resultados en reducción de ahogamientos. Debería ser un trabajo del conjunto de la sociedad, los gobiernos y la iniciativa privada, en equipo. Juntos iremos mucho más lejos.

¿Se pueden cuantificar las muertes evitadas por la existencia de SOBRASA?

En 20 años ha habido una reducción del 37% en muertes por ahogamiento.

POR LA PREVENCIÓN DE AHOGAMIENTOS

Fundación MAPFRE pone en marcha cada año un programa de Prevención de Ahogamientos gracias al cual están presentes en 62 playas de más de 40 municipios de todo el litoral español, además de en espacios naturales de interior como los pantanos de Costa Dulce de Orellana (Badajoz) y San Juan (San Martín de Valdeiglesias, Madrid). Su objetivo es reducir la cifra de ahogamientos de 2017 en España que, según datos provisionales de la Asociación Española de Técnicos en Salvamento Acuático y Socorrismo, AETSAS, alcanzó las 542 muertes, un 23% más que el año anterior. En 2018, más de 50.000 personas participarán en esta campaña de prevención, que se desarrolla en colaboración con Bandera Azul-ADEAC (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor).