Juntos para sumar
TEXTO RAQUEL VIDALES IMAGEN THINKSTOCK
Un hogar, alimento, cuidado y protección para 50 niños que han perdido a sus padres en la ciudad argentina de Mar del Plata. Tres casas de acogida para 21 menores en riesgo de exclusión social en João Pessoa (Brasil). Y tres programas de formación y emprendimiento para 114 jóvenes de 15 a 18 años en tres poblaciones de Honduras. Estos son los últimos frutos de la alianza tejida entre Fundación MAPFRE y la organización Aldeas Infantiles para ayudar a niños desfavorecidos en cualquier rincón del mundo.
El objetivo, en todos los casos, va más allá de dar casa y comida a los menores. Porque un niño necesita para su desarrollo mucho más que eso: necesita cuidado, atención personalizada y, sobre todo, un entorno familiar donde se sienta protegido y querido. Los niños amparados en Mar del Plata, por ejemplo, crecen acompañados por cuidadoras cualificadas que se responsabilizan directamente de su bienestar no sólo material, sino también anímico y social. Y las casas de acogida en Brasil son concebidas desde el origen como verdaderos hogares, con no más de siete niños en cada una para que puedan desarrollarse como lo harían si vivieran con una familia.
Con el apoyo a estos programas Fundación MAPFRE profundiza en su labor de atención a los menores desfavorecidos de distintas partes del mundo, en alianza con organizaciones como Aldeas Infantiles, con la que trabaja de forma cercana desde hace años para multiplicar la eficacia de cada esfuerzo.