La investigación científica aborda innumerables proyectos que tratan de mejorar nuestra calidad de vida desde ámbitos tan diversos como la alimentación, la inteligencia artificial o la seguridad. En estas páginas relatamos pequeñas grandes historias de equipos científicos que, apoyados por las ayudas a la investigación de Ignacio H. de Larramendi, otorgadas por Fundación MAPFRE en su convocatoria de 2016, trabajan pensando en nuestra salud y en nuestro retiro profesional en el futuro.
TEXTO: JUAN RAMÓN GOMEZ IMÁGENES: THINKSTOCK
La importancia de la colaboración entre médico y farmacéutico
Con la edad, a veces van surgiendo nuevas patologías que requieren medicamentos que se suman a los que ya se toman, y esa polimedicación podría estar detrás de la alta tasa de reingresos de la población mayor en los hospitales. Con esa premisa, detectada por un equipo multidisciplinar de farmacéuticos e internistas en el hospital madrileño 12 de Octubre, el doctor Carlos González Gómez se ha propuesto demostrar si una intervención farmacoterapéutica basada en la conciliación, información y seguimiento precoz del paciente tras el alta, podría reducir esa tasa de reingresos.
Con una amplia experiencia como clínico especialista en Medicina Interna, García, junto a dos farmacéuticos especialistas en farmacia hospitalaria y residentes de ambas especialidades, detectó que muchos ingresos «parecían motivados por descompensaciones de la patología de base debidos a la propia medicación o a efectos adversos derivados de esta medicación». Su proyecto tiene un doble objetivo que ha sido valorado por Fundación MAPFRE para apoyarlo con una de las becas de este año: desarrollar una intervención que pueda tener impacto sobre la salud y calidad de vida de las personas mayores, así como en la mejora de la utilización de los recursos sanitarios.
El proyecto ya ha superado una primera fase en la que se estudió a todos los pacientes que reingresaron cuatro o más veces en medicina interna en el periodo de un año. A partir de variables como edad, diagnóstico, comorbilidades, presencia de polimedicación, tipo de medicamentos y alteraciones derivadas de su uso, se está realizando un análisis estadístico para identificar cuáles de estas variables podrían tener relación con el reingreso.
Una ardua labor que el equipo debe compaginar con el trabajo diario de un gran hospital, que ocupa el cuarto puesto entre los mejores de España, y el tercero en la especialidad de medicina interna. Pero González presume de motivación: «Somos un equipo joven y activo, que ha dedicado tiempo extra fuera de su jornada de trabajo para sacar adelante el proyecto». La segunda fase del estudio pretende «demostrar que la colaboración de médico y farmacéutico es esencial, y que esta intervención se convierta en un estándar de calidad en la práctica clínica para el paciente anciano polimedicado».
Cómo elegir un plan de pensiones
Fondos de inversión, fondos de pensiones… En fin, materia complicada para el común de los ciudadanos y, por lo que parece, también para los propios gestores, asesores financieros y ahorradores, porque el objetivo de este proyecto es orientarles a todos ellos sobre los factores que deben tener en cuenta a la hora de seleccionar planes de pensiones.
«Hacer investigación es algo que realmente me apasiona», afirma Luis Otero González, profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad de Santiago de Compostela. Con esa presentación, queda claro que para él la investigación no es algo nuevo. De hecho, el proyecto en el que se ha embarcado ahora, y que ha sido apoyado por Fundación MAPFRE, da continuidad a otro anterior: «Llevamos cierto tiempo trabajando en el análisis de fondos de inversión y en los determinantes de la performance —el rendimiento— que obtienen y quisimos ampliar el análisis a los fondos de pensiones».
La gestión del riesgo y la evaluación del rendimiento de los productos financieros son las áreas principales de interés de Otero, que en este proyecto cuenta con un equipo de tres investigadores de las universidades de Santiago de Compostela y La Coruña, a los que previamente él mismo dirigió sus tesis doctorales.

«Somos un equipo joven y activo, que ha dedicado tiempo extra fuera de su jornada de trabajo para sacar adelante el proyecto»
Identificar a la población con riesgo de infarto
Con el objetivo de crear un modelo de organización para la óptima atención a pacientes con infarto agudo de miocardio, el servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario Santiago de Compostela (CHUS) decidió abordar la elaboración de un registro muy detallado de los ingresos en el centro con esa patología.
Alfredo Redondo Diéguez, uno de los cuatro cardiólogos que, junto con un estadístico, trabajan en este proyecto, explica: «Nuestra comunidad autónoma fue una de las pioneras en el desarrollo de un programa de atención al infarto agudo de miocardio, y una de las primeras en implementar el sistema de historia clínica electrónica. Toda esa información almacenada durante años nos permitirá obtener un seguimiento de gran calidad y a muy largo plazo de nuestros pacientes.
El valor de los registros en la medicina actual es clave. El punto de partida para mejorar es saber dónde estamos. Además, es la única forma de poder comparar tus resultados». Estos datos serán fundamentales para pasar a la siguiente fase: «El análisis de este registro ayudará a la identificación de poblaciones de interés, programas de formación y divulgación y publicación de artículos científicos. Así podremos, por ejemplo, elaborar programas dirigidos a reducir el tiempo que tardan los pacientes en solicitar asistencia médica cuando tienen un infarto de miocardio».
El proyecto no ha partido de cero sino que está en línea con la trayectoria del servicio de cardiología del CHUS, que fue pionero en el tratamiento del infarto de miocardio mediante angioplastia primaria, así como en el desarrollo e investigación en el ámbito del síndrome coronario agudo.
El registro, la fase más ardua del proyecto, continúa y prevé llegar a más 1.700 pacientes y 200.000 entradas. Para Redondo, «la recompensa vendrá cuando comencemos a analizar los datos y obtener resultados, porque nuestra meta como médicos es aumentar la calidad y tiempo de vida de nuestros pacientes».

«Hacer investigación es algo que realmente me apasiona»
Celiacos; ¿buena salud nutricional?
El Grupo en Nutrición y Ciencias de la Alimentación de la Universidad CEU San Pablo, liderado por el profesor Gregorio Varela, fue noticia recientemente por haber detectado una ingesta insuficiente de vitamina D en niños y adolescentes celiacos. Los resultados de su estudio les han servido para demostrar que es necesario hacer un seguimiento nutricional de estas personas para identificar sus necesidades y las carencias de una dieta sin gluten.
«Se trata de un proyecto que, al igual que la epidemiología de la enfermedad celiaca, se podría describir como la punta de un iceberg», asegura la doctora Natalia Úbeda Martín, del equipo del profesor Varela. «Dado que todas las personas que sufren enfermedades relacionadas con el gluten deben seguir una dieta restrictiva en ciertos alimentos, nos propusimos conocer el estado nutricional de la población que sigue este tipo de dieta», explica sobre el proyecto.
La doctora Úbeda relata los avances: «Hasta el momento, hemos conseguido valorar nutricionalmente a un grupo de 65 niños y adolescentes celiacos y hemos obtenido unos resultados muy reveladores, que nos hacen pensar que están en muy buen estado de salud nutricional, prácticamente a la par que sus homólogos sin la enfermedad. Sin embargo, sí hemos encontrado un ligero déficit de vitamina D en las niñas celiacas, pero todavía tenemos que seguir con la investigación para conocer los factores que afectan a este nutriente».
A esta investigación aún le queda recorrido, como explica la doctora: «Actualmente estamos desarrollando el mismo estudio en población adulta y, en función de los resultados que obtengamos, estableceremos la continuación de la investigación. Tenemos muchísimo trabajo por delante».