La Fundación MAPFRE Guanarteme, que concentra su ámbito de actividad en las españolas Islas Canarias, está desarrollando un programa de empleabilidad para formar a los más jóvenes en las nuevas profesiones que, de la mano del Big Data y del Internet de las Cosas, están cambiando las necesidades del mercado laboral. La gestión de los datos en sus múltiples aplicaciones, incluyendo las audiovisuales, es una capacidad cada vez más requerida por las empresas en sus ofertas laborales.
TEXTO: RAQUEL VIDALES IMÁGENES: FUNDACIÓN MAPFRE GUANARTEME
«Hace mucho tiempo que busco un curso como este. En Canarias no ha habido nunca nada parecido. Y fuera de aquí, en la Península, los pocos que vi eran demasiado caros y no me los podía pagar». Son palabras de Yonay Benítez, de 29 años, uno de los 20 alumnos seleccionados entre los 80 candidatos que el pasado marzo solicitaron asistir al curso de Animación 3D organizado en Gran Canaria gracias a un acuerdo de colaboración entre el Cabildo de la Isla y Fundación MAPFRE Guanarteme.
Desde pequeño Yonay tenía claro que quería dedicarse al diseño gráfico y la producción audiovisual, pero nunca había tenido acceso a una formación de alto nivel en este campo. «Cuando terminé el Bachillerato empecé a trabajar en todo tipo de empleos: maquinista de fábrica, repartidor de supermercado, hasta me alisté en el Ejército. Mientras tanto, por las tardes, estudiaba por mi cuenta en casa lo que realmente me gustaba: el diseño con ordenadores. Poco a poco fui aprendiendo, monté una página web y me fueron saliendo trabajos. Hasta que un día me llamó una empresa de Canadá para ofrecerme un empleo en prácticas allí. No dudé en marcharme, porque aquí tenía muy difícil seguir aprendiendo y trabajar en este sector», recuerda.
Esto ocurrió hace cinco años. Después de una estancia de cuatro años en Canadá, Yonay decidió volver a Gran Canaria el verano pasado. Sin demasiadas perspectivas laborales, estuvo varios meses tanteando el mercado hasta que llegó a sus oídos que se estaba organizando un curso de Animación 3D en su ciudad, diseñado por el Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital de Madrid con la colaboración de la empresa Ánima Kitchent, una gran productora hispano-mexicana de contenidos infantiles y juveniles, que actualmente desarrolla la serie Cleo y Cuquín (actualización de La familia Telerín). «No podía imaginar nada mejor. He aprendido muchísimo, poca gente tiene acceso a este tipo de formación tan especializada. Espero encontrar trabajo pronto», augura Yonay.
El sueño de Yonay ha sido posible gracias a los programas de formación especializada que está desarrollando la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria en colaboración con Fundación MAPFRE Guanarteme. La idea es organizar cursos en sectores con alto potencial de empleo en los próximos años, asociándose además con empresas punteras en esos ámbitos para fomentar un tejido industrial capaz de absorber a los profesionales formados en esos cursos. Es una manera infalible de crear empleo de calidad. No hay duda de que la producción audiovisual es un sector en auge en este sentido. Y dentro de este campo, la animación 3D está al alza tanto en el cine como la televisión o la publicidad, por lo que en los próximos años se van a necesitar muchos profesionales con conocimientos muy específicos: animación tridimensional, guion, animación facial, interpretación, sincronización de diálogos, poses y herramientas de trabajo en equipo, además de conocer claves de los sistemas de realización de grandes factorías como Disney, Dreamworks o Blue Sky.
El curso de animación empezó en abril y se desarrolló durante 600 horas. En el mercado la matrícula podría llegar a costar hasta 6.000 euros, pero los seleccionados solo tuvieron que pagar 500 (400 en el caso de que el alumno estuviera en el paro). La empresa Ánima Kitchent tiene intención de fichar este otoño a los que muestren las mejores cualidades para trabajar en los proyectos que está desarrollando la compañía esta temporada.
El oro del siglo XXI
Se dice que los datos son el oro del siglo XXI. O el petróleo. Pero a diferencia de estas dos materias primas, su valor no reside en los datos en sí, sino la capacidad de procesarlos para sacar conclusiones. Por eso cada vez más las empresas necesitan expertos en datos que sepan manejar herramientas de Big Data (procesamiento de datos masivos) y machine learning (aprendizaje automático). Estas tecnologías se han integrado en la rutina diaria de muchísimas empresas y están cambiando la forma de hacer negocios.
Por eso otro sector que indudablemente está en auge es el Big Data. Es decir, el tratamiento de datos masivos para diseñar acciones comerciales, predecir comportamientos o incluso fallos de sistemas y desarrollar estrategias de futuro. La mayor parte de la información que mueve el mundo hoy en día es digital y proviene de una gran cantidad y variabilidad de fuentes. ¿Cómo almacenar esos datos en un mundo de recursos finitos, cómo procesarlos y cómo obtener información a partir de ellos? Esto es, básicamente, en lo que consiste el Big Data.
Alrededor del Big Data se está desarrollando un conjunto de industrias y profesiones que van a concentrar gran parte de la oferta de empleo de los próximos años
Ya hay empresas tecnológicas en las que la intuición humana está prohibida para tomar decisiones: si alguien resuelve llevar a cabo alguna acción, debe enseñar los datos que lo justifican. Sus decisiones, estratégicas y tácticas ya no se apoyan en opiniones e intuiciones de directivos, sino que se sustentan sobre todo en datos objetivos.
Los datos aportan a estas empresas valiosa información sobre cómo se comportan sus clientes cuando van a sus tiendas, cómo responden ante sus productos, qué intereses despiertan en ellos las ofertas, su satisfacción con el servicio… Les ayudan a entender mucho mejor qué es lo que demanda el cliente, qué le gusta y qué no, e incluso que les puede gustar en el futuro.
También el Big Data puede ser muy útil en el sector de los seguros: por ejemplo, para calcular con éxito la cuota que deben pagar los usuarios en función de los datos obtenidos según la forma de conducir. En farmacias, para monitorizar en tiempo real el efecto de medicamentos sobre enfermedades y evaluar su efectividad. En banca, para conocer el riesgo de los mercados en tiempo real en función de los datos obtenidos de las transacciones y cotizaciones. Y en el transporte, para modificar rutas en tiempo real a partir de datos de tráfico o meteorológicos.
Por todas estas razones el Big Data es la otra gran apuesta en formación que han hecho este año el Cabildo de Gran Canaria y Fundación MAPFRE Guanarteme: un curso para formar a profesionales de Big Data altamente cualificados, impartido por expertos de EOI, una de las principales escuelas de negocios de España. Gracias al acuerdo entre estas tres instituciones, 25 alumnos seleccionados asisten a este curso que empezó también en abril y terminará en noviembre, con una duración de 200 horas lectivas. Aunque el curso está valorado en 7.800 euros por participante, el coste final para cada uno ha sido de 360 euros.
Los expertos calculan que en Europa hay ya un mercado Big Data valorado en 50.000 millones de euros y en más de seis millones de trabajadores. En el mundo, este mercado generará 900.000 puestos de trabajo en seis años y se estima que las empresas que hacen un uso inteligente de los datos incrementan un 8% su productividad.
Los expertos advierten también que no hay que temer a la transformación digital de las empresas: es cierto que muchos puestos de trabajo van a ser automatizados, pero esto ha ocurrido constantemente a lo largo de la historia sin que eso significara un retroceso en el empleo. Simplemente, con el tiempo esos puestos que quedan anticuados son sustituidos por otros que exigen nuevas capacidades: como el Big Data o la animación tridimensional. Por eso hay que empezar a prepararse.
Formando talento
Matemáticos. Analistas. Ingenieros. Diseñadores gráficos. Son algunos de los perfiles que se están introduciendo en las empresas que apuestan por el tratamiento de datos como herramienta clave de gestión. «No solo las empresas privadas, también en el ámbito público vamos a ver pronto profesionales del Big Data. Los cargos públicos podremos tomar mejores decisiones con datos reales, objetivos», asegura Raúl García Brink, consejero del Área de Desarrollo Económico, Energía e I+D+i del Cabildo de Gran Canaria, el departamento que ha puesto en marcha en colaboración con Fundación MAPFRE Guanarteme los programas de formación en Big Data y Animación 3D en la isla.
La alta cualificación necesaria para ocupar estos puestos de trabajo obliga a una formación muy específica. «Hemos querido ofrecer un curso que verdaderamente sirva para desempeñar esos puestos de trabajo. No un módulo, sino una formación en profundidad», afirma García Brink. Aunque no basta con formar, también hay que crear tejido empresarial para acoger a esos nuevos profesionales para que su talento no acabe emigrando. «Por eso también estamos trabajando para que las empresas empiecen a introducir la herramienta del Big Data. Organizamos eventos y acciones para darla a conocer, por ejemplo, en un sector clave en Gran Canaria como es el turismo», añade el consejero.
En el caso de la Animación 3D, el trabajo con las empresas se lleva haciendo desde hace tiempo. «Tenemos propuestas de varias empresas internacionales del sector audiovisual para instalarse en la isla, al calor de los incentivos fiscales. Ya tenemos una, de hecho. Y queremos que ese ecosistema de compañías que estamos ayudando a crear contrate mano de obra local. Para eso estamos formando a profesionales: pueden tener aquí una oportunidad», concluye García Brink.