Un kit de salud para acabar con el cáncer de cuello de útero; una aplicación colaborativa para facilitar la vida a las personas con movilidad reducida; y un sistema de alquiler de propiedades para conseguir recursos asistenciales a mayores no autónomos son los ganadores de la tercera edición de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social.
TEXTO: CRISTINA BISBAL IMÁGENES: DE LOS PROYECTOS
En su compromiso por impulsar la innovación social, Fundación MAPFRE convoca cada año —y ya van tres— estos importantes premios con los que busca visibilizar e impulsar proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas, en tres categorías: Mejora de la salud y tecnología digital (e-Health); Innovación aseguradora; y Movilidad sostenible y seguridad vial. Como en ocasiones anteriores, el proceso para llegar a la final ha sido duro. De los cerca de 240 proyectos presentados, 26 pasaron a la final y, de ellos, 9 a la semifinal. En la gala de la final, la emoción de los ganadores fue la misma que en ocasiones anteriores, pero las circunstancias mandan y el pasado 29 de octubre se recurrió a una gala digital como mejor opción ante la COVID-19.
El evento contó con la presencia de Antonio Huertas, presidente de Fundación MAPFRE, quien comentó que el momento impactante en el que vivimos «nos enseña que una fundación como la nuestra, arropada por MAPFRE como empresa, puede contribuir a construir un mundo mejor, a pensar que las personas somos el centro de la actividad y que lo que hagamos desde el punto de vista social como empresas o como fundaciones, tiene que estar vinculado a mejorar la forma de vida, el entorno y a aportar valor en la sociedad en la que nos desenvolvemos. Los 239 proyectos presentados demuestran el enorme interés que ha despertado en todo el mundo este reconocimiento a emprendimientos sociales, proyectos e iniciativas que buscan mejorar nuestra calidad de vida, resolver problemas reales a los que nos enfrentamos», afirmó.
Huertas también quiso resaltar la importancia de Red Innova, la comunidad de innovadores sociales en la que se integran los semifinalistas de los premios en todas sus ediciones. «Este año, además, ha partido de ellos la organización de una serie de actividades especiales con las que colaborar en sus entornos ayudando ante la circunstancia de crisis sanitaria en la que nos encontramos», señaló el presidente de la Fundación.
A pesar de la distancia física que nos separaba de los premiados, hemos estado a su lado para conocer de primera mano cómo se sienten y qué significa para ellos la obtención de este prestigioso galardón incluyendo el premio en metálico (30.000 euros), pero también mirando más allá del mismo.
Innovación aseguradora: Pensium
Miquel Perdiguer es el CEO de esta empresa para la que lo más importante de recibir el Premio Fundación MAPFRE a la Innovación Social 2020 es «la confianza que vamos a conseguir por parte de los posibles clientes».
¿En qué consiste Pensium?
Pensium es una nueva forma de poder pagar los cuidados asistenciales de las personas mayores dependientes. Se basa en facilitar recursos económicos periódicos a las personas mayores que tienen una vivienda en propiedad para que puedan destinarlos a pagar una plaza en una residencia privada, o a una asistencia en la casa de un familiar. Y lo hacemos sin hipotecas, ni avales, y sin poner en riesgo la propiedad de la vivienda.
Pensium gestiona el alquiler de la vivienda y anticipa alquileres futuros para que estas familias puedan disponer ahora del dinero que necesitan para pagar la asistencia del mayor dependiente manteniendo la propiedad de la vivienda.
¿Cómo surge la idea de alquilar para pagar la vejez?
Cada vez hay más personas mayores dependientes que necesitan asistencia, y las pensiones que reciben no son suficientes para asumir el coste que supone la atención continuada. Sin embargo, el 90% de los mayores de 65 años disponen de vivienda en propiedad. Nuestro objetivo era buscar una manera de obtener recursos de la vivienda sin poner en peligro su propiedad. Y pensamos en el alquiler como solución. Pensium anticipa y garantiza hasta el doble del alquiler cuando el mayor lo necesita. Cuando deja de necesitarlo, Pensium sigue cobrando alquileres hasta recuperar el importe anticipado y los intereses.
¿Por qué pensar en los mayores en nuestro país?
España es un país en el que las previsiones apuntan a que, en 2035 —solo faltan 15 años—, las personas mayores de 65 años serán una de cada 4. Es un grupo de población muy importante con unas necesidades específicas a las que hay que dar respuesta.
¿Cómo se benefician las personas mayores de este sistema?
El principal beneficio es el acceso inmediato a la asistencia. En tres o cuatro semanas desde que la familia contacta con nosotros se pueden empezar a hacer las aportaciones. Aunque la vivienda necesite alguna reforma o tarde unos meses en alquilarse, la familia dispone del dinero para costear la asistencia de la persona mayor. Pensium se encarga de las obras necesarias (las mínimas para alquilar bien, nada más) y de todas las gestiones del alquiler. Todo está incluido en el programa. ¿Quién es Pensium? Pensium nació a partir de un equipo de profesionales del sector de residencias, economistas, abogados y trabajadores sociales que buscábamos una solución para las personas mayores que necesitan recursos para pagar su asistencia. Además queríamos generar un beneficio a la sociedad, de manera que siempre hemos seguido criterios RSC y de impacto social.

¿Qué más proyectos tiene la empresa?
Hemos identificado que las familias con una persona mayor con dependencia tienen muchas dudas sobre cómo deben gestionar esta situación: si pueden tener ayudas, si deberían hacer poderes, tutelas o procesos de incapacitación, cómo trasladar a un dependiente de comunidad autónoma… Y nos hemos lanzado con un nuevo proyecto de asesoramiento para todas estas familias: Pensium te Guía.
Imagino que aparte de la idea, os diferenciáis por el trato con las personas, que necesitan comprensión además de dinero…
En efecto. Por eso es tan importante la calidad humana del equipo. Las personas que tratan con las familias suelen ser trabajadores sociales que entienden perfectamente la situación por la que pasan las familias; empatizan con ellas para darles no sólo una solución económica, sino un apoyo emocional en el proceso.
Movilidad sostenible y seguridad vial: Guiaderodas
João Marcos Barguil, Director de Tecnología de Guiaderodas asegura que para ellos, el premio les ha hecho «sentirse muy felices y orgullosos».
¿En qué consiste Guiaderodas?
Somos una empresa que desarrolla una red de personas y empresas que trabajan juntas por un mundo más accesible e inclusivo. Lo hacemos a través de nuestro mapa de accesibilidad colaborativo (disponible tanto en App Store como en Google Play como «Guiaderuedas» en español, «Guiaderodas» en portugués o «Wheelguide» en otros idiomas), que permite a las personas con movilidad reducida buscar y revisar cualquier lugar en cualquier país del mundo. Para las empresas, ofrecemos un programa de certificación que les ayuda a alcanzar la excelencia en el servicio al cliente (y a los empleados), incluida la evaluación arquitectónica y la capacitación del personal.
¿Cómo surge la idea?
Bruno Mahfuz es usuario de silla de ruedas desde 2001 y ha experimentado de primera mano los desafíos con que se enfrentan las personas con discapacidad y con movilidad reducida. La idea comenzó en 2015, pensando que sería muy bueno que hubiera una guía de accesibilidad. Como no había una buena para América Latina, la creamos.
Es una app colaborativa. ¿Por qué creen que la gente va a participar en ella?
Nuestro principal trabajo en las redes sociales y nuestros canales de comunicación es difundir el mensaje de que la accesibilidad es buena para todos. Las personas con discapacidad, los padres y cuidadores de bebés y niños pequeños, los heridos, los ancianos… todos se benefician de la accesibilidad.
¿Es Brasil un país poco sensible con las sillas de ruedas?
Desde luego, nuestras ciudades no se construyeron pensando en la accesibilidad.
¿La empresa tiene más proyectos?
Estamos trabajando en nuevas funciones que aportan valor a nuestros usuarios incluso durante la pandemia, cuando no es seguro salir de casa. También estamos trabajando en un juego y una versión web, para que la gente pueda usar la plataforma sin tener que descargar la aplicación.
¿En qué sentido se sienten emprendedores sociales?
Nuestro modelo de negocio está estrictamente relacionado con la generación de valor a nuestros beneficiarios (personas con discapacidad y/o movilidad reducida, sus amigos y sus familias). Por lo tanto, cuanto más crecemos como empresa con fines de lucro a más personas podemos llegar.
Ahora mismo, ¿en qué partes del mundo tienen puntos?
Nuestra sede se encuentra en Brasil; nuestro equipo trabaja en remoto en tres ciudades. Pero nuestros usuarios están repartidos por todo el mundo. Los hay en todos los continentes.

¿Qué es lo más satisfactorio del proyecto?
Comentarios de nuestros usuarios, historias que nos cuentan y cómo interactúan con nosotros en los canales de las redes sociales. Un ejemplo: hace tiempo recibimos un correo electrónico de una señora preguntando si nuestra aplicación funcionaba en las Islas Caimán. Le explicamos cómo funciona y nos olvidamos. Aproximadamente un mes después encontramos alrededor de 100 reseñas nuestras en Gran Caimán (capital de las Islas Caimán). La escribimos para agradecérselo y nos contó que su hijo es usuario de silla de ruedas, que les encanta la aplicación y que se lo ha contado a todos sus conocidos. De este modo, Islas Caimán se convirtió en el país con mayor número de reseñas por habitante en nuestra plataforma.
¿Qué ha significado para el proyecto ganar el premio?
Nos demuestra cuán relevante e importante es el trabajo que hemos estado haciendo, algo con lo que ni siquiera podíamos soñar cuando comenzamos.
¿Qué proyectos tenéis en mente para el dinero que se otorga con el premio?
Lo usaremos para producir contenido más informativo y educativo para las redes sociales y para apoyar un mayor desarrollo de la plataforma.
Mejora de la salud y tecnología digital (e-Health): Hope
Patricia J. García es médico, profesora de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y la cabeza visible de Hope. Para ella este premio ha sido «una luz de esperanza, una prueba de que estamos en el camino correcto».
¿Qué es Hope?
Es una prueba molecular para detectar el virus del papiloma humano, causante del cáncer de cuello de útero, que en países como Perú representa todavía una de las primeras causas de muerte en las mujeres. Lo que hacemos incorporar tecnología de última generación para hacer el diagnóstico, una tecnología que ha bajado mucho de precio pero que no siempre llega a países como el nuestro por una serie de intereses. Pero es buena, estable, segura y ni siquiera necesita refrigeración. Una vez que se analiza la prueba, el resultado les llega a las mujeres por mail o el móvil.
¿Qué incidencia tiene en Perú esta patología?
En nuestro país, una mujer muere cada cinco horas por cáncer de cuello de útero. De cada dos mujeres que se le diagnostica, una muere, tiene una mortalidad del 50%, algo que no sucede ni en los países de menos recursos.
¿Había un problema de detección del virus antes de la llegada de Hope?
Antes de la llegada de Hope no se hablaba de las pruebas moleculares ni de la detección el virus del papiloma humano, porque las que existen son sumamente caras. En Perú no son parte de la práctica diaria de la medicina ni de la prevención. Nuestra idea con Hope es justamente traer el concepto de que las pruebas moleculares no tienen por qué ser tan caras, puesto que no son complejas y que se puede hacer por autotoma. De paso, las mujeres pueden empoderarse haciéndoselas ellas mismas y ayudando a otras a hacerlo. Es lo que llamamos Lady Hope, mujeres que guían a otras en el proceso de la prueba.

Pero además hay un componente de solidaridad, ¿verdad?
En efecto. La parte social consiste en que por cada prueba que adquiere una mujer, ayúdanos a otra sin recursos a que se la haga también. Así se multiplica la prevención del cáncer cervical y se salvan más vidas. En un solo proyecto de innovación social estamos abogando por eliminar una enfermedad que no deberíamos tener; empoderando a las mujeres para tomar la salud en sus manos; empujando la tecnología porque introducimos pruebas moleculares de bajo costo y alta sensibilidad; y haciendo labor de solidaridad porque cada compra que hace una mujer permite a otra con menos recursos hacerse la prueba.
¿Qué fiabilidad tiene el kit y cuánto cuesta?
Esta prueba molecular tiene una sensibilidad por encima del 93%. En Perú lo vendemos por 150 soles, pero para las mujeres con pocos recursos los kits son distribuidos de manera gratuita o a precio subvencionado, porque en algunas comunidades no se aprecia lo gratuito. Por otro lado, cada Lady Hope recibe 1 dólar y se convierte en agente de salud para el cáncer cervical.
¿Funciona ya en Perú?
El kit se distribuye en varias zonas de Perú. En cuanto a la parte social la estamos haciendo en zonas periféricas de Lima, y también nos estamos abriendo a algunas zonas rurales, aunque la pandemia nos ha hecho mucho daño. A pesar de ello sabemos que 7000 mujeres han recibido la prueba. De entre todas ellas, entre el 10 y el 15% han dado positivo en la prueba. Y estamos siguiendo el proceso para que todas ellas reciban tratamiento y puedan prevenir el cáncer.
¿Les llega el sentimiento de agradecimiento de las mujeres a las que ayudan?
Sí, sobre todo de las Lady Hopes. Recuerdo en concreto una que nos pidió permiso para venir con su hija, que estaba acabando la enseñanza obligatoria y aún no sabía a qué dedicarse. Tras la experiencia que había tenido con nosotros, nos dijo que quería ser médico, que la habíamos inspirado.
¿Qué proyectos tienen para el dinero que se otorga con el premio?
La pandemia nos hizo mucho daño y nos quedamos apenas sin kits. Esto nos va a permitir levantarnos y continuar.