Juan Alberto García de Cubas, arquitecto, diseñador de exposiciones, gestor cultural y fundador de Cultura en Vena.
«Las artes y la música no solo favorecen la salud y el bienestar de las personas: además pueden ayudar a ahorrar dinero a los servicios públicos de salud»
TEXTO: JUAN FRYBORT IMAGEN APERTURA: JUAN CARLOS QUINDOS IMÁGENES INTERIOR CEDIDAS POR: JUAN ALBERTO GARCÍA DE CUBAS
La relación de Juan Alberto García de Cubas con la música le llevó a cofundar Música en Vena, una asociación que desde el año 2012 ha transformado en alivio el sufrimiento de miles de personas en los hospitales, a través de la música en directo. La certeza de que la cultura, el arte y la música son terapéuticos ha animado a Juan Alberto a dar un paso más. Cultura en Vena es una iniciativa que acaba de nacer y que va a conseguir, entre otras cosas, acercar la figura de Goya a varios hospitales.
Entonces, las artes, la cultura, ¿pueden curar?
Nosotros empezamos con Música en Vena llevando música en directo a los hospitales con un ánimo humanizador, queriendo transformar los espacios de los hospitales gracias a la belleza de la música para mejorar las estancias de pacientes, familiares y personal sanitario. Pero la música tiene un poder muy fuerte del que pronto nos dimos cuenta, no solo nosotros sino que vimos a médicos levantar la ceja diciendo, ¿qué está pasando aquí? ¿Esta reacción del paciente es casual? Después de muchas experiencias, de ver cómo distintos pacientes con patologías diversas respondían de una forma insospechada a los efectos de la música, entendimos que la música en directo es un bisturí emocional que puede funcionar como tratamiento complementario.
Y desde 2012 cada vez ha habido más gente implicada en el proyecto.
Durante mi etapa en Música en Vena conseguimos cifras increíbles: 2.600 conciertos, más de 7.000 músicos, más de 51.000 pacientes beneficiados. Hemos trabajado con artistas como José Mercé, Leo Nucci, Jordi Savall, Silvia Pérez Cruz, Los Secretos, Jorge Pardo, Jorge Drexler, entre otros.
«Podemos emplear las artes no solo para la prevención de la salud, sino para su gestión y tratamiento»
¿Cómo se consigue crear empleo en una iniciativa filantrópica?
Desde Música en Vena puse en marcha el proyecto de los Músicos Internos Residentes (MIR) que tiene tres objetivos: humanizar la sanidad, generar evidencias clínicas para legitimar las prácticas artísticas en los hospitales y generar también empleo para los músicos. Con el hospital 12 de Octubre de Madrid empezamos a esbozar una línea de estudio clínico que pudiera dar evidencias sobre la mejora de los pacientes ante la música. Pusimos en marcha siete investigaciones clínicas en las especialidades de Medicina Intensiva, Neonatología, Rehabilitación, Hematología, Cardiología, Medicina del Trabajo y Neurología. Y para ello, durante 3 años, se contrató a 46 Músicos Internos Residentes que han acudido por turnos todos los días al hospital. La fase de toma de datos ha finalizado y ahora está en fase de análisis. El objetivo es que la música en directo pueda formar parte de los protocolos médicos y resulte una terapia que acompañe y facilite el resto de terapias clínicas.

¿Cómo se evoluciona de Música en Vena a Cultura en Vena?
CeV es una vuelta de tuerca más para legitimar las prácticas artísticas, no solo musicales, en los hospitales. La música, hermana mayor de las artes, quizá sea la más capaz de transformar a las personas, pero no deja de ser un arte temporal: termina cuando el músico se va. Mi relación con el arte plástico me dio la clave para mejorar de una manera más permanente el espacio del entorno sanitario. Música en Vena sigue humanizando a través de la música, mientras que Cultura en Vena continuará el proyecto de investigación de los Músicos Internos Residentes y amplía su ámbito de actuación con otras artes.
Recientemente habéis recibido un espaldarazo de la OMS
Sí, en noviembre de 2019 la OMS para la Región Europea publicó un informe sin precedentes titulado What is the evidence on the role of the arts in improving health and well-being. En él se prescribe a los gobiernos de Europa que introduzcan prácticas artísticas en las políticas de sanidad pública. En Reino Unido llevan 20 años haciéndolo con el programa Arts and Prescription, que consiste en «recetar» visitas a museos o auditorios junto con los medicamentos necesarios. Esto es prevención de la salud, pero además el informe valora su uso como tratamiento y gestión de la salud. Y ya no es solo nuestra experiencia de siete años, sino que lo dice la OMS, y a partir de este momento ya es una responsabilidad de los gobiernos potenciar que esto suceda. Y nosotros vamos a hacer todo lo posible para que pueda ocurrir.
¿Estamos ante un cambio de paradigma?
Absolutamente, entre estos informes y las evidencias clínicas, podemos llegar a decir que los museos y programadores culturales tienen una nueva responsabilidad que sumar a sus tareas de conservación y divulgación de su patrimonio: la salud y el bienestar de los ciudadanos. Y también es un cambio de paradigma para el hospital que de repente tiene evidencias científicas que dicen que las prácticas artísticas favorecen los tratamientos clínicos que ellos ofrecen.
¿Cómo reciben los hospitales vuestra propuesta?
Muy bien. Los hospitales identifican en este proyecto una oportunidad importante y positiva para mejorar la atención a sus pacientes. El proyecto MIR añade además una ayuda al tratamiento médico que ofrece el hospital. La idea es tejer una red sostenible de hospitales que se beneficien de una serie de exposiciones temporales e itinerantes, así como del proyecto MIR. En la primera exposición, con reproducciones de obras de Goya del Museo del Prado, hemos cuidado el diseño, los sistemas expositivos, y los textos como verdaderos mediadores con estos nuevos públicos.
¿Dónde exponéis en los hospitales?
El proyecto «coloniza» varias áreas del hospital para llenarlas de contenidos culturales e intervenciones artísticas. Trabajamos en tres niveles: vestíbulos principales, salas de espera y habitaciones. En el caso del Hospital Puerta de Hierro, habrá presencia en toda la planta de Oncología.
¿Por qué utilizáis para definir vuestras exposiciones el término Arte Ambulatorio?
Es un juego de palabras que refleja muy bien el espíritu del proyecto pues hace referencia a las itinerancias de las exposiciones temporales. En Cultura en Vena somos conscientes del problema de la emigración en numerosas regiones rurales de nuestro país. Por ello, muchas de las exposiciones ambulatorias que se podrán ver en los hospitales seguirán su itinerancia por territorios en riesgo de despoblación y con acceso limitado a contenidos culturales.
¿Cuál va a ser la primera exposición?
Goya en el hospital Puerta de Hierro, ahora, en abril.
