secretario de ADCHoyo y uno de los impulsores de Zancadas Solidarias
«Apostamos por asociaciones y organizaciones pequeñas que no tienen muchas posibilidades de conseguir fondos»
Este asesor fiscal con empresa propia y corredor amateur es uno de los fundadores y tesorero de la Asociación de Corredores de Hoyo de Manzanares, localidad de la sierra de Madrid en la que cada año se organiza una carrera para enamorados del running. Pero no es una carrera cualquiera ni es solo para aficionados a correr. Es mucho más que eso. Su nombre lo dice todo. Zancadas Solidarias lleva poniéndose en marcha cada Navidad desde que la asociación inició su camino, para recaudar fondos para quienes más lo necesitan. Y ya van ocho ediciones, contando la menos ortodoxa de todas, la de la era covid.
¿Desde cuándo celebráis Zancadas Solidarias?
La primera edición se celebró el mismo año que creamos la asociación de corredores, en 2013. ADCHoyo fue creada con la intención de fomentar el deporte entre los amantes de las carreras y entre los chavales del municipio. Una de las ideas que surgió al mismo tiempo fue la de organizar una carrera y qué mejor opción para la misma que hacerla solidaria. Después de todo, la asociación no tiene ánimo de lucro y pensamos que se podrían hacer muchas cosas con el dinero que recaudáramos.
De aquella primera carrera a la última habrá habido una evolución importante…
En efecto y en todos los sentidos. La primera fue muy básica. Nosotros habíamos corrido muchas pruebas, pero no teníamos ni idea de cómo se organizaba una. No sabíamos nada de logística, por ejemplo. A pesar de todo, no nos fue mal y repetimos, ya con más experiencia, al año siguiente. Y ha ido evolucionando muy bien, porque en la primera apenas recaudamos 2.000 € y en la última (sin contar la de 2020 que no ha podido hacerse como otros años) casi llegamos a los 7.000 €. En total hemos recaudado algo más de 20.000 €.
Lo que recaudáis es el dinero de las inscripciones pero, ¿qué porcentaje va a parar a la ONG elegida?
El 100 % de las inscripciones, más lo que se recaude de patrocinadores. Solemos contar con algún anunciante para la carrera y para las redes sociales de la asociación, que pone dinero, y eso también va íntegro para el cheque que entregamos el día de la carrera. Por otro lado también contamos con dorsal cero, que tiene idéntica función que la fila cero y que realmente recauda bastante dinero, en torno a 1.000 € por edición. En realidad esto es una excusa para aportar, para que no solo puedan participar corredores amateurs en este evento solidario. Y a veces contamos con la ayuda de otras asociaciones que contribuyen a conseguir más dinero. Por ejemplo, La Galleta Solidaria, que regala estos dulces a cambio de un euro o un kilo de comida, y todo lo que gana ese día lo dona a nuestra causa.
Y entonces, ¿cómo os subvencionáis para la celebración de la carrera?
El Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares corre con los gastos de la carrera en cuanto a logística, gracias a un convenio que firmamos con ellos. Y por otro lado, recurrimos a unos 50 voluntarios para ayudar a marcar el recorrido, controlar el tráfico, el avituallamiento, etc, que suelen ser de nues tro grupo de Principiantes y gente del pueblo. Incluso los fotógrafos y la persona que se encarga de hacer vídeos son voluntarios; y precisamente de ahí sacamos otra pequeña cantidad porque algunos años se venden las imágenes captadas durante la carrera en alta resolución y se recauda lo obtenido. Desde el primer momento llegamos a ese acuerdo porque para nosotros era muy importante que el dinero conseguido fuera íntegro para ayudar a otros.
¿Cómo se elige la fundación o la ONG a la que se destina el dinero cada año?
Los miembros de la Junta Directiva o algún asociado somos quienes decidimos, según hayamos oído hablar de alguna o tengamos algún conocido que colabora o se beneficia de ella. Al principio de empezar con la actividad elegimos organizaciones bastante grandes y reconocidas, como Unicef, Aldeas Infantiles o Cruz Roja. Pero luego nos dimos cuenta de que nuestra recaudación —y más en aquella época— no tenía un gran efecto para ellas y empezamos a apostar por asociaciones y organizaciones más pequeñas, que además no tienen muchas otras posibilidades de conseguir fondos, pero tienen proyectos que merece la pena apoyar. Lo único que hemos procurado es que tengan que ver con la infancia. En los últimos años hemos donado la recaudación, entre otras, a Cirugía en Dangbo, compuesta por personal sanitario que acude a la ciudad de la República de Benín a hacer operaciones quirúrgicas; la Fundación Ana Valdivia, dedicada a mejorar la vida de niños con parálisis cerebral; y a la Fundación Juegaterapia, que regala juguetes a niños enfermos de cáncer.

¿Qué es lo más gratificante de organizar cada evento?
En realidad organizar la carrera ya es gratificante. Y también ver cómo mucha gente lo apoya y colabora de manera altruista. Pero con diferencia lo más emotivo es el momento de la entrega del cheque gigante al presidente de la asociación elegida. Hace dos años vivimos un momento muy entrañable cuando colaboramos con la Fundación Ana Valdivia, porque vinieron a participar en la carrera dos de las asociadas con sus sillas de ruedas, e hicieron el recorrido infantil. Es emocionante entender que pones tu granito de arena para mejorar la vida de algunas personas.
¿Dentro de la asociación, quiénes os dedicáis a montar la carrera?
Nos encargamos los cinco que formamos la Junta Directiva: el presidente, Vicente Grande Duque, que es Guardia Civil, quien en una ocasión, ganó el Sahara Marathon; el vicepresidente, Álvaro García- Blanes Ingelmo, financiero en una gran empresa; el gerente, Lucio Antonio Orduña Martínez, que pertenece al ayuntamiento de Hoyo y el secretario, Javier Alvarado San Juan, que trabaja en un grupo logístico bastante importante. Y yo, que trabajo en mi propia asesoría fiscal. Los cinco somos corredores aficionados y amigos.
¿No os planteáis hacer otra carrera o alguna otra actividad?
No lo tenemos fácil porque esta es una zona protegida y no hay opción a hacer más. Es una pena porque nos gusta mucho. Lo que queremos es llegar cada vez a más gente, patrocinadores y colaboradores, porque también tenemos limitación de aforo por la Cuenca Alta del Manzanares y no puede haber más de 450 inscritos, que es lo que solemos tener cada edición.
¿Alguno de vosotros tiene algún otro compromiso solidario proactivo?
Vicente Grande Duque ha participado en dos ocasiones en la Sahara Marathon, una carrera solidaria que se celebra cada febrero en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf (Argelia) con la finalidad de promover el deporte entre los jóvenes y, de paso, financiar proyectos de ayuda social y humanitaria. El primer año que acudió fue el corredor que más ayuda aportó entre material escolar, medicamentos y dinero… ¡además de resultar ganador! El año siguiente, 2017, no repitió la hazaña deportiva, pero sí la solidaria y aportó 11 cajas de medicamentos, 5 cajas de material escolar, ordenadores para las bibliotecas de los campamentos y cerca de 3.500 euros que se destinaron a la infancia.
¿Y este pasado año 2020, cómo habéis solucionado el tema covid para la carrera?
En efecto, no se ha podido celebrar la carrera como todos los años previos, de modo que ha habido que darle un nuevo formato al que hemos llamado Zancadas por Kilos. No era necesaria la inscripción ni el pago previo para participar en la carrera. Pero los participantes se comprometieron a contribuir con una aportación al final del reto, que tuvo lugar entre el 28 de noviembre y el 18 de diciembre, y por cada 10 km recorridos se donaba un euro o un kilo de comida. Nuestro objetivo fue alcanzar el mayor volumen posible de alimentos para poder abastecer el banco local de alimentos, muy mermado durante los últimos meses a causa de la pandemia. Esta apuesta por un modelo virtual posibilitó que la prueba se abriera esa edición a otras actividades deportivas más allá del running. De hecho, se inscribieron en la carrera deportistas que practicaban distintas disciplinas, como corredores, ciclistas, senderistas, o nadadores.
