Creadora de Lysa
«Desarrollar Lysa es un sueño con muchos años de lucha y dedicación»
El proyecto brasileño Lysa fue una de las estrellas mediáticas de esta edición de los Premios a la Innovación Social de Fundación MAPFRE. Ganador en la categoría de Prevención y Movilidad, es un robot lazarillo que nos habla de un futuro que ya está aquí. Y a la vez abunda en esa nostalgia adelantada por los perros que facilitan la vida de las personas con discapacidad visual y que podrán dejar de ser necesarios gracias a la inteligencia artificial. No en vano, su nombre remite a aquel con el que Steve Jobs bautizó a su primer sistema operativo.
¿Cómo nació la idea de crear Lysa?
Fue en 2011, siendo aún profesora de robótica en un colegio público. Les había propuesto a mis alumnos que pensaran en proyectos relacionados con la asignatura y que pudieran cambiar el mundo. Entonces me acordé de un antiguo estudiante que era discapacitado visual y pensé que era una buena idea para desarrollar con ellos. ¡Había tantas posibilidades! Eso me llevó a ver cómo ponerla en práctica para lograr un producto eficaz que pudiera llegar a millones de personas en todo el mundo.
¿Qué ventajas tiene un robot frente a un perro lazarillo?
Un perro guía necesita ser cuidado y educado para poder acompañar adecuadamente a personas con discapacidad visual. Esto exige un alto costo. Aquí en Brasil, por ejemplo, puede alcanzar los 25 000 €, sin contar con los gastos de veterinario, alimentación y otros tratamientos. Además de que el tiempo de vida del animal, lamentablemente, es limitado.
Lysa, entonces, sería una solución más asequible para miles de personas con discapacidad visual.
El precio de un Lysa alcanza unos 5500 €, con algunos complementos variables en función de su implantación en los distintos espacios. Pero de media cuesta la quinta parte que un perro convencional. Viene listo para su uso, es recargable, más eficaz en cuestiones de seguridad y locomoción precisa. ¡Con un adecuado mantenimiento puede durar toda la vida!
¿Cuál sería el usuario tipo de Lysa?
El robot está diseñado para guiar a todo tipo de personas con discapacidad visual, pero también puede ser utilizado por personas que tienen dificultad para moverse en lugares grandes, como los ancianos, por ejemplo. Garantiza la seguridad y la autonomía de estas personas porque está dotado de tecnología punta, programada especialmente con ese objetivo.
Es sorprendente que un robot pueda eludir los obstáculos mejor que un perro guía.
Es uno de los puntos que más encanta a los usuarios, la capacidad de informar y desviarse de obstáculos por encima de la cintura, que generalmente el perro no identifica y acaba generando accidentes. También pasa con desperfectos en el camino como agujeros que solo Lysa advierte y alerta al usuario.
¿Y cómo consigue sortear todos estos obstáculos?
Lysa está dotado de una madura Inteligencia Artificial que permite el mapeo de los entornos a través de la triangulación de los puntos de la ruta.
Es decir…
Cuando el usuario da la ubicación deseada, Lysa calcula la ruta más segura y le guiará del punto A al B, desviándose e informando de los obstáculos en el camino.
Un poco como cuando usamos Google Maps, por ejemplo…
Me gustaría señalar que Lysa en este momento está diseñado para implementarse en entornos cerrados, como centros comerciales, hospitales y hasta el metro. Por ahora, no accede a ningún ambiente exterior. Pero estamos trabajando arduamente para desarrollar un robot que pueda salir a la calle. Es un proceso que demanda muchos estudios y adaptaciones, porque estamos tratando con vidas y queremos garantizar la seguridad de los usuarios.
Mientras llega ese momento, ¿qué otras ventajas ofrece Lysa?
Es portátil, pesa unos 3 kilos, por lo que es fácil de manejar, proporcionando más libertad, independencia, seguridad y accesibilidad. Las escaleras aún no son accesibles para la tecnología de Lysa, sin embargo, al ser un robot portátil y ligero se puede manejar fácilmente, no será un obstáculo para el usuario.
¿Y si nos quedamos sin batería?
Tiene una batería que dura unas 8 horas con un uso normal, y se puede recargar en enchufes normales a través de su cable USB.
¿En qué va a poder invertir los 40 000 € del premio recibido?
Haremos implementaciones en Lysa, podremos profundizar en pruebas y nuevos desarrollos para aportar cada vez más seguridad a los usuarios y más adherencia en cuanto al acceso en diferentes entornos. Además, podremos donar algunas unidades a lugares donde la gente lo necesite, como hospitales, escuelas, orfanatos, entre otros, allí donde haya personas que necesiten apoyo en accesibilidad y no se lo puedan permitir.
¿En quién pensó cuando supo que era una de los ganadores?
Lo primero que me vino a la mente fue mi familia y lo mucho que deseaba que estuvieran allí conmigo envueltos en un abrazo. Desarrollar Lysa es un sueño con muchos años de lucha y dedicación, que termina en ciertos momentos distanciándome de mi familia, de mis hijos, que siempre me apoyaron y me dieron fuerzas para seguir. Estaban siguiendo la retransmisión de la gala por internet y estoy segura de que incluso a distancia estaban allí dándome todo su apoyo, así que quería que estuvieran muy orgullosos en ese momento y siempre.