«Mientras tengamos salud, la vida debe ser actividad. Somos mejores con los años»
TEXTO: NURIA DEL OLMO FOTOGRAFÍAS: ALBERTO CARRASCO
Es un gran defensor de las relaciones sociales, de hablar, del sentido del humor y de mantenerse activo. Es su fórmula para sentirse bien, física y mentalmente. El psiquiatra español, afincado en Nueva York, ha visitado Madrid para hablar del poder del envejecimiento. Lo ha hecho en una conferencia organizada por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, donde ha explicado la importancia de aprovechar la experiencia y el conocimiento para disfrutar las últimas etapas de la vida.
A pesar de sufrir un jet lag que le obliga a hablar despacio, Luis Rojas Marcos (Sevilla, 1943) se siente muy bien. Reconoce que aún tiene la energía y el humor necesario para afrontar cada día, que ocupa, principalmente, con clases en la universidad, con la escritura, con correr maratones y disfrutar de su familia. Ahora, con 79 años recién cumplidos, el doctor en Psiquiatría, recién aterrizado en Madrid, hace balance. Reconoce que desde que llegó a Nueva York, en 1968, todo han sido responsabilidades y cargos de relevancia, algo que ni él imaginaba. Ha trabajado con gente fantástica, pero con la que ha intimado poco. Y lo echa de menos, porque, como dice, tener buenos amigos es clave y hay que esforzarse por conservarlos para cuando sea necesario.
No parece que el descanso sea una opción para usted.
A mí la idea de descansar no me va. Creo que mientras tengamos salud, la vida debe ser actividad y una oportunidad para seguir aprendiendo y cumplir deseos pendientes. De pequeño era hiperactivo, así es que imagínate, siempre he tenido mucha energía, aunque algunas veces pueda resultar agotador. Hay personas que me dicen: «Pero, Luis, estás siempre ocupado. ¿Por qué no te sientas y así charlamos un rato?». Creo que tener proyectos y socializar es fundamental. Yo hablo mucho, en ocasiones conmigo mismo, con los pajaritos de la cocina, y eso me ayuda. Eso sí, siempre hay que hablarse con cariño, tal y como te gustaría que te hablarán los demás.
El título de su conferencia pone el foco en la palabra poder, algo que por lo general no se asocia con la vejez. ¿Por qué cree que existe discriminación en torno a los mayores?
La discriminación por la edad es real y se asocia con la cultura. En países como India o China, por ejemplo, a la persona mayor se la considera sabia y se la trata con respeto, pero en Europa y Estados Unidos se vincula con algo negativo, con algo que ya no funciona, y no es así. Creo que no tendríamos que utilizar la palabra envejecer. En este sentido, creo que la jubilación obligatoria no tiene sentido. Hace 20 años reflexioné sobre ello y dejé claro que las normas que relegan a los mayores a la inactividad laboral son retrógradas y van contra corriente, ya que, desde el punto de vista psicológico, el retiro forzoso es a menudo contraproducente. La discriminación, la falta de proyectos y la soledad no ayudan a sentirse bien.
¿Qué significa envejecer bien? ¿Qué debemos hacer para ser más alegres, positivos y activos a medida que cumplimos años?
Lo primero es preguntarnos qué nos gustaría hacer. No basta con pensar que somos felices porque hemos logrado lo que se esperaba de nosotros o lo que nos contaron que nos produciría satisfacción, como formar una familia, tener éxito profesional, dinero, una buena casa.. Uno debe preguntarse siempre qué le hace sentir bien a nivel personal, consultarlo incluso con la gente que te conoce y sabe en qué situaciones estás más contento. Una vez que uno lo tiene claro, considero que hay que organizarse y poner toda la ilusión para que los planes ocurran. Hay que aprovechar los años, sacarle a la vida lo mejor, poner en valor tus facultades y habilidades, y dejarte ayudar por la gente que te quiere para conseguirlo.
«Hay que aprovechar los años, poner en valor tus habilidades y dejarte ayudar para conseguirlo»
¿Se lo aplica a sí mismo?
Sí, claro. A mí lo que me hace feliz es sentirme útil, sobre todo en mi campo, que es la medicina y la ciencia, y con ello me refiero a ayudar a los demás, algo que está demostrado que te hace sentir muy bien al mismo tiempo que mejoras la vida de una persona. De hecho, aquellos que realizan una hora de voluntariado al día están de buen humor y duermen mejor. Hace unos días, ayudé a una mujer mayor a salir de un taxi en Nueva York porque le estaba resultando imposible. Algo tan sencillo como esto me hizo volver a casa de lo más contento. ¿En qué somos mejores con los años? La vida nos enseña mucho, así es que siempre defiendo la idea de que con los años somos mejores. Creo que tenemos mayor capacidad de autocontrol, tenemos más claras las prioridades, valoramos todo mucho más, no entramos en pánico y no tenemos tanta presión externa. Somos más libres y eso nos hace sentir mejor. También destacaría la experiencia, de la que siempre se habla, y que es tan útil en la parte personal, pero también en el terreno profesional, donde debería reconocerse más.
Sigue corriendo maratones, da clases en la universidad y está a punto de presentar nuevo libro. ¿Cómo cree que debemos prepararnos (mental y físicamente) teniendo en cuenta que vamos a vivir más años?
Bueno para empezar hay que informarse bien, sobre todo en los países donde existe estigma social hacia los mayores. Por eso recomiendo que cuando se esté cerca de los 40 o 50 hay que fijarse bien en cómo son los mayores de 60, 70 y 80 años y reflexionar acerca de lo que nos gustaría hacer cuando lleguemos a esas edades, cómo nos gustaría sentirnos, con quién querríamos estar acompañados. Creo que es importante analizar todas las opciones y planificar esas nuevas etapas que tenemos por delante. Y desde el punto de vista físico, alimentarse bien, dormir las horas necesarias, practicar ejercicio y hablar mucho, como dije antes.
¿En qué se traduce una buena salud mental?
Sobre todo en tener tranquilidad de espíritu, en aceptarte y aceptar a los demás y en marcarte unos límites razonables de realismo. Ante cualquier síntoma, hay que levantar la mano. Todos necesitamos ayuda en algún momento. Es inteligente darse cuenta y pedir ayuda.
Cada vez hay más niños y jóvenes en las clínicas de psicología y psiquiatría. ¿Qué está ocurriendo?
Sigue habiendo depresiones, pero lo que estamos viendo más es fruto del impacto de la pandemia en la gente joven, que se traduce en confusión, incertidumbre, el no saber qué va a pasar con su educación, con su futuro laboral. Y claro, el acceso a las drogas también es cada vez mayor y, por desgracia, los jóvenes y no tan jóvenes piensan que esto les puede ayudar a vencer la ansiedad y el miedo. También vemos que han aumentado los suicidios y los conflictos familiares.

¿Qué opina de un centro de investigación como el de Fundación MAPFRE que pone en valor las oportunidades de vivir más años?
La verdad es que es extraordinario que exista un centro como Ageingnomics, que analiza una realidad que afecta a muchas personas y que pone en valor todo lo que los mayores de 50 años pueden aportar a la economía, al empleo, al consumo, y a la sociedad en general. Necesitamos que entidades como Fundación MAPFRE contribuyan a dar visibilidad a los mayores, que, por lo general, gozan de buenas condiciones físicas y mentales, y tienen una vida activa y autosuficiente. Es importante que este tipo de proyectos lo recuerden, porque, por desgracia, en la sociedad actual existe una discriminación cada vez más extendida hacia los mayores que no es real, que no está basada en ningún dato objetivo y que hay que eliminar.
¿Qué es el éxito para usted?
Para mí el éxito significa estar a gusto conmigo mismo y con los demás, ser una persona abierta y comunicativa y, claro, que no me duela nada.
Optimistas y con sentido del humor
«La mujer española vive mucho porque habla mucho». Es una frase que Luis Rojas Marcos ha repetido muchas veces y siempre que lo hace, consigue hacer reír al público. Así ocurrió el pasado martes, 21 de junio, durante una conferencia magistral en la que el doctor sevillano, autor de innumerables libros, entre ellos Somos lo que hablamos (2019) participó para hablar del poder de la mente en el envejecimiento y explicar cómo debemos aprovechar los nuevos retos que ofrece el alargamiento de la vida. Durante su charla destacó que las personas que son extrovertidas tienen muchas ventajas, que la esperanza es el ingrediente básico del optimismo, que la enfermedad que nos roba la esperanza es la depresión, y que para prevenirla es muy importante poner el centro de control en uno mismo, tener confianza ante situaciones difíciles, y aprender a adaptarnos a los cambios. También recordó la importancia que tiene recordar los momentos positivos de la vida y practicar el sentido del humor, clave para ayudarnos a superar momentos difíciles.