Sobrecargo de vuelo y voluntaria en Aviación sin Fronteras «Cuando viajas con estos niños te das cuenta de lo agradecidos, inteligentes y felices que son con lo poco que tienen»
TEXTO: CRISTINA BISBAL IMÁGENES: CEDIDAS POR BEGOÑA ONTIVEROS
Es una apasionada de su trabajo y del trato con la gente, de viajar y de conocer otras culturas, otras formas de entender el mundo: «debería ser obligatorio; una asignatura troncal», comenta entre risas. Lleva desde 1986 trabajando en Iberia, primero de Tripulante de Cabina de Pasaje (auxiliar de vuelo) y desde 2000 como Sobrecargo. Eso le ha permitido trabajar de voluntaria en Aviación sin Fronteras, una asociación de origen francés que opera en España desde hace más de 20 años gracias al empeño personal de otra trabajadora de la compañía, Lourdes Ros.
Cuéntenos en qué consiste la labor de ASF
Tiene cuatro proyectos preciosos. En Alas de la Esperanza y con la supervisión de Tierra de Hombres, acompañamos a niños enfermos desde sus países de origen a España u otros países de Europa para ser operados; y luego les
llevamos de vuelta a casa ya sanos…. ¡Es increíble!
En Alas de la Sonrisa acercamos el mundo de la aviación a personas con «otras capacidades». Hacemos salidas para llevarles a museos del aire, festivales aéreos, aeródromos, exhibiciones… todo lo que pillamos y que vuele… jajajaja.
Con Alfabetización Burkina, 2.200 niños son alfabetizados cada año, si no de manera presencial por la situación sociopolítica del país, sí se han enviado todas las ayudas. También tenemos un sistema de apadrinamiento para que continúen los estudios. Yo tengo una ahijada, Agustine que ya está en el instituto. ¡Todo un triunfo para ser mujer!
En Mensajería Solidaria acompañamos carga que nos entregan ONG de España para entregar a otras ONG del mundo. También atendemos a particulares. Un ejemplo: si nos dan una silla de ruedas o artículos de primera necesidad y viajan como carga, las compañías aéreas nos las dejan pasar como propias.
¿En qué consiste tu voluntariado?
Me ofrezco voluntaria en misiones de todos los proyectos: para acompañar niños, organizar exposiciones, galas, mudanzas… Pero sobre todo llevo dos de los proyectos: Alas de Sonrisa, junto con mis compañeros Elena Soria y Carlos de Sandoval; y Mensajería Solidaria, que tras dos años de crisis, funciona genial. Hacemos milagros en los que se implica tanta gente y hay tanta buena energía que cuando acaban pienso: «esto no ha podido ser verdad».
También has acompañado a niños enfermos con el proyecto Alas de la Esperanza. ¿Cómo ha sido la experiencia?
El mérito de este proyecto es de la «Fundación Tierra de Hombres», que son quienes organizan los viajes. Con nuestro acompañamiento, la fundación se ahorra los billetes. Nosotros los traemos y se los entregamos a sus familias de acogida y cuando están curados los devolvemos a sus familias. El acompañamiento es una labor de voluntariado que está muy demandada. Yo he hecho dos y me han aportado muchísimo; te das cuenta de lo agradecidos, inteligentes y felices que son con lo poco que tienen. Es gracioso ver la evolución: vienen sin saber una palabra de español y sin equipaje.. y se vuelven curados, con cuatro maletas y hablando gallego. Se siente un amor inmenso cuando les dejas con su familia de acogida y luego con la original, a la vuelta.
Cuando dices que la fundación se ahorra los vuelos, ¿a qué te refieres?
A que el personal de aviación utilizamos nuestros billetes frees de la compañía, que es un pago en especie que tenemos los empleados. El coste es muy bajo y, o nos lo devuelve ASF o lo donamos. Gracias a una idea que tuve y que IBERIA aceptó tras un concurso, también se pueden utilizar los AVIOS SOLIDARIOS. Se trata de un programa de donación de Avios (el sistema de puntos de los clientes de Iberia) del que son beneficiarias ocho ONG.