En estos últimos años la falta de empleo ha pasado a ser una gran preocupación. Se han escrito miles de páginas sobre el tema y las cifras de las encuestas de población activa ocupan los telediarios. Pero, para algunos colectivos la dificultad de encontrar trabajo no es un problema nuevo. Fundación MAPFRE, con su nuevo Programa Social de Empleo, se ocupa de ellos.
TEXTO: JUAN FRYBORT IMAGEN PORTADA: THINKSTOCK
Cuando estamos buscando un trabajo, nuestra mayor dificultad es no saber por donde empezar. Llegar a conseguir una entrevista parece una misión imposible y nuestra única opción es enviar nuestro currículum a un departamento de recursos humanos sin un nombre concreto al que dirigirlo, acción que casi nunca obtiene respuesta. Uno de los grandes valores del Programa Social de Empleo de Fundación MAPFRE es ayudar a sortear esa gran brecha que separa a una persona sin empleo de las empresas que tienen necesidades de contratación. Brecha que, por ejemplo, en los casos de personas en riesgo de exclusión se puede convertir en un abismo.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el mundo hay aproximadamente mil millones de personas con discapacidad. El 80% de ellas se encuentra en edad de trabajar pero la mayoría no consigue acceder a un trabajo digno y menos si se trata de mujeres. El programa Juntos Somos Capaces ofrece a estas personas la posibilidad de realizar prácticas en empresas para poder optar posteriormente a un puesto de trabajo gracias a este programa en los últimos años. En los últimos seis años más de 1.900 personas con discapacidad
intelectual han conseguido un empleo y casi 3.000 empresas se han adherido al programa.

INFOGRAFÍA GORKA SAMPEDRO
Pero el colectivo de personas con discapacidad no es el único al que Fundación MAPFRE dirige los esfuerzos de su Programa Social de Empleo. Otros beneficiarios son refugiados, inmigrantes, víctimas de maltrato y, en algunos programas específicos, estudiantes de formación profesional y mayores de 18 años. A través de las ayudas al empleo que anualmente se conceden, en los últimos cinco años, más de 1700 empresas han podido cumplir su necesidad de contratar, lo que significa que la misma cantidad de personas mayores de 18 años en desempleo han dejado de engrosar las listas del paro.Para esta ambiciosa propuesta se han establecido acuerdos y contactos con múltiples asociaciones, empresas, sindicatos, organizaciones no gubernamentales, centros de enseñanza y con la administración pública
Información y formación, protagonistas
El acceso al empleo está condicionado por una gran cantidad de factores, no solo los físicos y psíquicos, inherentes a cada persona, sino también externos. Nuestras decisiones a la hora de estudiar una cosa u otra, nuestra actitud ante el trabajo y la seguridad en uno mismo son muy importantes, pero también el apoyo de nuestro entorno y nuestros condicionantes culturales y económicos pueden ayudar o lastrar a la hora de buscar un trabajo. Fundación MAPFRE completa la oferta de su Programa Social de Empleo a través de cursos de formación, asistencia a los estudiantes para que conozcan la oferta de la Formación Profesional y ayuda a las familias para que sepan apoyar y fomentar las habilidades de las personas con discapacidad. Para estas últimas ha desarrollado, además, la aplicación Soy Cappaz que les facilita un desarrollo autónomo en sus tareas personales y laborales.
Para poner en práctica esta ambiciosa propuesta se han establecido acuerdos y contactos con múltiples asociaciones, empresas, sindicatos, organizaciones no gubernamentales, centros de enseñanza y con la administración pública con el objetivo de involucrar a todos estos actores y convertirlos en un motor de transformación de la sociedad en términos de equidad y cohesión social. Un esfuerzo que ya está dando sus frutos: miles de personas han accedido al empleo gracias a este programa.