La pandemia no ha logrado detener a los emprendedores sociales. Al contrario, ha dado mayor impulso si cabe a estos mitad empresarios, mitad héroes, que entienden la actividad empresarial no solo como una forma de ganarse la vida, sino como un medio para mejorar la vida de los demás. Te presentamos a los ganadores de la 4ª edición de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social.
TEXTO: RAMÓN OLIVER IMÁGENES: ISTOCK, DE LOS PROYECTOS
Con sus Premios a la Innovación Social, Fundación MAPFRE ha querido premiar, por cuarta edición, a aquellas iniciativas de innovación que han destacado por su compromiso social y su orientación tecnológica. Digitalización al servicio de la resolución de problemas prácticos y reales de las personas.
El que ya es un referente como gran incentivo institucional para el emprendimiento de carácter social en el mundo ha contado con más de 300 proyectos participantes (un 28 % más que el año pasado), procedentes de tres continentes, en sus tres categorías: Mejora de la salud y tecnología digital (e-Health); Economía del envejecimiento (Ageingnomics), y Prevención y Movilidad segura y sostenible. De todos ellos, 27 iniciativas fueron seleccionadas por su papel transformador para disputar las fases finales, lo que les abrió las puertas a disfrutar de los programas de mentoring (semifinalistas) y coaching (finalistas) de IE University, partner académico de los premios, para ayudarles a impulsar y dar difusión a sus proyectos.
Nueve proyectos, tres por cada categoría, accedieron a la gran final, que tuvo lugar en formato streaming, el pasado 12 de mayo en Madrid. De entre ellos, el jurado, formado por prestigiosos profesionales del mundo empresarial y referentes de los ecosistemas del emprendimiento, tecnológico, la innovación y el impacto social a nivel nacional e internacional, tuvo la difícil misión de escoger a los tres proyectos de mayor impacto en su entorno y con mayores posibilidades de ser sacados adelante de manera práctica por sus equipos.
Los tres trabajos ganadores reciben un premio en metálico de 30.000 euros y consultoría gratuita probono con especialistas de EY, ofrecida por Fundación EY, con el objetivo de ayudarles a crecer y ser más eficientes. Además, todos los finalistas y semifinalistas de la presente edición pasan a formar parte de Red Innova, la comunidad de innovadores sociales en la que estos emprendedores reciben apoyo y comparten experiencias y conocimientos con participantes de otras ediciones para ayudarles a seguir desarrollando su trascendental labor.
El objetivo de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social es dar impulso a proyectos que mejoren las condiciones de vida de nuestra sociedad, dando respuesta a problemas reales, con acciones concretas que mejoren la movilidad y la seguridad vial, que promuevan el bienestar y los hábitos saludables, y fomenten el envejecimiento activo. Unos premios que, como resumió Antonio Huertas, presidente de Fundación MAPFRE, durante el acto de entrega de los galardones, son «de inclusión, de protección, de integración y de preparación para el futuro».
Los Premiados
Categoría Mejora de la salud y tecnología digital (e-Health)
Medicsen (España)

La diabetes es una enfermedad crónica que obliga a quienes la padecen a administrarse insulina alrededor de 1.000 veces al año (tres veces cada día) de por vida. Una «condena» de agujas, horarios e incomodidades que condiciona sus vidas y en la es muy difícil mantener la disciplina del tratamiento. De hecho, recuerdan, desde Medicsen, solo una de cada tres personas consiguen cumplirlo.
Medicsen es un páncreas artificial no invasivo para la diabetes basado en un parche inteligente de administración de medicamentos sin aguja y un software predictivo para prever las necesidades y los riesgos del usuario. La idea se le ocurrió a su cofundador, Eduardo W. Jørgensen, un joven médico español, en 2014, cuando una niña de 10 años que había acudido a la consulta a recibir su dosis de insulina se plantó y dijo que no quería seguir pinchándose más. «Quedé en shock. En los días que siguieron no podía dejar de pensar en aquella niña y en que tenía que existir alguna solución tecnológica que mejorara la vida de las personas diabéticas».
Medicsen propone una solución de tratamiento no invasivo por medio de un software que obtiene información del paciente y es capaz de calcular y anticipar sus necesidades de insulina en función de sus actividades. «Por ejemplo, le dice cómo le afectará hacer media hora de ejercicio o tomarse una Coca-Cola, y le da consejos acerca de las cosas que puede hacer o comer para bajar sus niveles de glucosa», explica el CEO y fundador de la empresa. La segunda parte de la solución es un parche que aplica los fármacos sin pinchazos.
«El objetivo es seguir desarrollando la aplicación para que pueda llegar a administrar la insulina de forma automática a partir de los datos recogidos del paciente», añade Jørgensen.
La empresa, que espera empezar a comercializar su dispositivo pronto, tiene claro que la perspectiva social no solo no es incompatible con la económica, sino que alinear ambas es la vía más segura hacia la viabilidad empresarial. Además de que, recuerda Eduardo Jørgensen, «es mucho más enriquecedor dedicarse a actividades que ayuden hacer de este mundo un lugar mejor que a otras que se limitan a ganar dinero».
Categoría Prevención y Movilidad segura y sostenible
Wheel The World (Chile)

El chileno Álvaro Silberstein siempre había soñado con visitar La Patagonia, pero tras sufrir un accidente que lo dejó paralizado de cintura para abajo perdió toda esperanza de llegar a realizar su deseo. Hasta que en 2018 su mejor amigo, Camilo Navarro, le lanzó un desafío. ¿Y si hacían ese viaje juntos?
Una silla de ruedas especial para senderismo llamada «Joëlette», abundante información acerca de alojamientos, transportes y otros detalles sobre el viaje recopilada con antelación y las ganas de desafiar sus límites fue todo lo que necesitaron estos dos futuros emprendedores. Porque, aunque en aquel momento no eran todavía conscientes de ello, acababan de plantar el germen de Wheel the World, la plataforma que permite que viajeros con discapacidad encuentren y reserven experiencias de viaje 100 % accesibles. «Fuimos los primeros en completar el circuito W de trekking en la Patagonia en silla de ruedas, y además lo compartimos a través de vídeos y fotos con el objetivo de inspirar a otros a hacerlo también. El viaje fue increíble», recuerda Camilo Navarro.
El proyecto da solución a los dos principales problemas con los que se encuentran los usuarios en silla de ruedas ante un viaje: la ausencia de información de accesibilidad y la falta de experiencia de usuario con necesidades de accesibilidad de la que adolecen los profesionales del turismo. Wheel the World aborda ambas carencias mediante una plataforma tecnológica. «En ella nuestros clientes crean un perfil donde detallan todas sus necesidades de accesibilidad, y con esa información nuestro sistema genera un “match” con la oferta de experiencias de viaje accesibles que se ajustan a esa necesidad en particular (hoteles, hospedajes, tour y actividades)», relata Navarro. Un sistema de mapeo de accesibilidad es el que permite obtener la información específica de accesibilidad de esos hoteles tours y actividades de manera remota y online.
De esta forma, este proyecto hace posible el sueño de muchas personas que creían tener las puertas de la aventura cerradas. Machu Picchu, Costa Rica, Torres del Paine, Maui, Rapa Nui, Nueva York… Aunque sus destinos actuales están principalmente centrados en el continente americano, la empresa aspira a convertirse en la mejor solución para que las personas con discapacidad viajen por todo el planeta. Camilo Navarro: «Queremos recopilar la información sobre accesibilidad en todo el mundo para que millones de personas con discapacidad puedan viajar a miles de destinos de la manera más simple posible».
Categoría Economía del envejecimiento (Ageingnomics)
Labora (Brasil)

La discriminación laboral por edad es un problema endémico de los modelos productivos a escala mundial. Una serie de prejuicios y la ausencia de una cultura verdaderamente diversa en un altísimo porcentaje de tejido empresarial están dejando fuera del mercado de trabajo a personas muy válidas demasiado pronto.
Labora es una plataforma que busca desbloquear estas barreras y acelerar la inclusión de la diversidad generacional en las empresas, garantizando el éxito de la inclusión para las partes involucradas.
«Nosotros no entendemos la invisibilidad que sufren los trabajadores sénior. Creemos en el talento maduro y en la riqueza de los grupos heterogéneos. Porque la edad es experiencia que enriquece y la madurez, una etapa vital y comprometida de la que empresas y profesionales pueden beneficiarse», destacan sus creadores. La plataforma pone en contacto organizaciones con trabajadores sénior para que puedan contratar a este valioso talento desaprovechado.
Un sistema coteja las necesidades de la compañía con las competencias y habilidades de estos profesionales y les proporciona formación para ajustarse a las mismas y mejorar su adaptabilidad, tanto al puesto como a la propia empresa. Una vez contratados, Labora hace un seguimiento de su rendimiento a través de un panel de control. En ese proceso de capacitación, la digitalización juega un papel destacado. Y es que la supuesta brecha tecnológica de los trabajadores sénior es, precisamente, uno de los sesgos más extendidos y que más lastra las contrataciones de estos perfiles. «La tecnología es imprescindible en el entorno laboral actual. Y en ese futuro digital en el que creemos, la edad no es un obstáculo, sino un estimulo», aseguran desde la plataforma.
El resultado son empresas más diversas y heterogéneas, que consiguen mejores resultados con un impacto social positivo, y unos trabajadores sénior satisfechos porque pueden seguir aportando su valiosa experiencia y ganas de continuar aprendiendo junto a sus compañeros más jóvenes. Desde Labora lo tienen claro: «Nuestra misión es lograr que prevalezcan los méritos profesionales y no una fecha de nacimiento a la hora de contratar».
