Comer más verduras y fruta. Hacer más ejercicio. Dejar de fumar… ¿Cuántas veces estos propósitos no llegan a cumplirse? No es fácil cambiar de costumbres cuando se es adulto. Pero los niños son otro cantar: aprenden rápido y se adaptan más fácilmente. Por eso es mejor que adquieran hábitos saludables desde edades tempranas. Ese es el objetivo del programa Vivir en Salud de Fundación MAPFRE.
TEXTO: CANDELA LÓPEZ IMAGEN DE PORTADA: THINKSTOCK
¿Con qué frecuencia puede comer dulces un niño? ¿Son saludables las patatas congeladas? ¿Por qué es importante cocer bien un huevo? ¿Hasta qué edad es necesario beber leche? ¿Cómo debo descongelar la carne o el pescado para que siga en buen estado? ¿A qué edad se puede empezar a tomar café? ¿Se deben dar vitaminas a un niño que se encuentre cansado?
Estas preguntas aparentemente sencillas no siempre encuentran respuestas correctas en buena parte de los ciudadanos. Eso puede ser fuente de problemas de salud: intoxicaciones, enfermedades cardiovasculares, insomnio u obesidad. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizado en 2016, unos 42 millones de niños tienen sobrepeso en el mundo. «Y esto no es culpa de los niños», destacan los autores del trabajo. «Se debe a varios factores: condicionantes biológicos, inadecuado acceso a alimentos saludables, disminución de la actividad física en su vida cotidiana, etc. Todo ello requiere una respuesta global y coordinada», aclaran.
El informe es tajante en sus conclusiones y advierte a todos los países de que se deben tomar medidas urgentes para luchar contra la obesidad. Entre ellas, «educar a niños, padres, docentes y dirigentes sobre la importancia del consumo de la comida sana y de reducir la ingesta de azúcares y grasas. Asimismo, se debe promover el ejercicio físico y combatir el sedentarismo», recomienda el documento. Según la OMS, si no se actúa rápido y se mantienen las tendencias actuales, la cifra de niños con sobrepeso crecerá hasta los 70 millones en 2025.
La organización recuerda también que los niños con sobrepeso tienen muchas probabilidades de convertirse en adultos obesos y, en comparación con los niños sin sobrepeso, tienen más probabilidades de sufrir a edades más tempranas diabetes y enfermedades cardiovasculares que, a su vez, se asocian con un aumento de la probabilidad de muerte prematura y/o discapacidad.
Durante 2016 miles de niños asistieron a los talleres de Vivir en Salud
Hacer fácil lo difícil
Fundación MAPFRE lleva varios años trabajando en la línea que recomienda la OMS por medio de un programa específico, llamado Vivir en Salud, que se desarrolla tanto en Europa como en Latinoamérica, Malta y Turquía. El objetivo de este proyecto es promover hábitos de vida saludables desde edades tempranas actuando en los dos escenarios más importantes de la infancia: la familia y la escuela. ¿De qué forma? Sobre todo, a través de talleres para niños y poniendo a disposición de padres y docentes todo tipo de recursos didácticos: guías sobre nutrición y cuidados de la salud, pautas para la práctica de actividad física, materiales audiovisuales, consejos de expertos y hasta programas de radio.
Todos estos recursos están elaborados siguiendo una consigna: hacer fácil lo que parece difícil. Por ejemplo, ¿cómo inculcar una dieta saludable a los niños? «Preparando la comida juntos a mediodía, la merienda o la cena; yendo a hacer la compra juntos y, en el propio mercado, enseñarles los diferentes tipos de alimentos; explicarles cuáles son más saludables y mostrarles cuáles son los que están disponibles según la época del año», explica la guía didáctica para las familias.
Familia y escuela, esenciales
El papel de la familia es de vital importancia para el aprendizaje de las conductas en salud y para distinguir los comportamientos de riesgo. En materia de alimentación, es el entorno más adecuado para transmitir unas costumbres saludables: «si somos capaces de generar una dieta variada y equilibrada, de enseñarles a comer despacio y masticar bien los alimentos, estaremos favoreciendo que nuestros hijos adquieran buenos hábitos alimentarios», explican los expertos de Vivir en Salud. «Es muy beneficioso que toda la familia se mantenga activa. Propón a tus hijos actividades físicas con las que se diviertan y se esfuercen en conseguir metas. No importa si tienen que experimentar con distintas actividades hasta que encuentren la que más les gusta. La actividad física ayuda a compartir tiempo y experiencias y mantener en forma a toda la familia», añaden los especialistas.
También la escuela y los profesionales de la educación son muy importantes en la formación de las personas durante la infancia y la adolescencia, momentos en los que se adquieren muchos de los hábitos que quedarán fijados para toda la vida. ¿Y cómo puede un profesor convencer a sus alumnos de la importancia de hacer ejercicio, por ejemplo? El programa Vivir en Salud propone cuentos, cómics, canciones, juegos y vídeos para ayudarles a transmitir este mensaje de manera divertida para que los niños lo asimilen casi sin darse cuenta. Y pone a su servicio a personajes animados capaces de atraer la atención de los más pequeños: como el Profesor Lunatus, un mago de joven aspecto que explica a los niños todo lo que sabe sobre cuál es la alimentación más saludable y con qué frecuencia es necesario practicar deporte.
En materia de alimentación, la familia es el entorno más adecuado para transmitir unas costumbres saludables
Junto a estos recursos didácticos la Fundación MAPFRE desarrolla talleres presenciales lúdicos, muy dinámicos y fundamentados en el juego, para alumnos de primaria y que se desarrollan en el propio centro educativo. Durante una hora, aproximadamente, los niños se implican en actividades que les ayudan a conocer la importancia de mantener una dieta saludable, descubrir el peligroso impacto de una nutrición incorrecta y el sedentarismo, interpretar correctamente la pirámide de la alimentación y valorar la necesidad del descanso, entre otras cosas. Durante 2016 miles de niños asistieron a los talleres de Vivir en Salud. En España alcanzó la cifra de 30.103 alumnos; en Brasil, más de 70.000, y en México más de 100.000. Se desarrollaron también en Panamá (5.440), Malta (2.400), Turquía (1.246), Puerto Rico (8.405) y Paraguay (2.061).
Resultados incipientes
Queda mucho camino por recorrer, pero hay datos esperanzadores que indican que el trabajo educativo realizado en los últimos años empieza a notarse. Por ejemplo, en España el exceso de peso en niños de seis a nueve años descendió un 3,2% entre 2011 y 2015, según el Estudio Aladino 2015 (Estudio de Vigilancia del Crecimiento, Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España) que elabora periódicamente el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan). Los menores con sobrepeso pasaron del 44,5% al 41,3%.
En el estudio de 2011, las cifras de sobrepeso infantil no habían logrado reducirse en diez años. En 2013, el número de niños afectados se empezó a reducir, pasando del 45,3% al 43%. «Los datos son buenos, pero insuficientes. Por eso hay que seguir trabajando entre todos para que la tendencia siga así», advirtió el pasado noviembre la actual ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, durante la presentación del estudio.
El valor del deporte
El pasado marzo la infanta Elena de Borbón, en calidad de directora de Proyectos de la Fundación MAPFRE, y Javier Fernández, presidente del Sporting de Gijón, firmaron un acuerdo de colaboración para impartir en Asturias 150 talleres del programa de Fundación MAPFRE Vivir en Salud que beneficiarán a unos 2.500 alumnos de primaria. El objetivo de los cursos es el fomento del deporte y los hábitos de vida saludable entre los niños. Tras la presentación del convenio, la infanta y los dirigentes del club asturiano asistieron a la celebración del primero de los talleres, que se impartió en el comedor de la Escuela de Fútbol de Mareo, el complejo deportivo que sirve de sede y lugar de entrenamiento del Sporting de Gijón y que además es un espacio de formación de jóvenes futbolistas. La enseñanza que se imparte en estas instalaciones no se limita exclusivamente al condicionamiento físico y técnico, sino que también se pretende dar una formación humana. En ese contexto se inscribe el acuerdo con Fundación MAPFRE.