«El embarazo adolescente es un multiplicador de pobreza y vulnerabilidad»
TEXTO: RAMÓN OLIVER FOTOGRAFÍA: ALBERTO CARRASCO
Según datos de la organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente un millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año en el mundo, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos. Un problema enquistado en la sociedad colombiana y que aboca a miles de jóvenes a la exclusión social. Y un círculo vicioso en el que la pobreza extrema es al mismo tiempo desencadenante y consecuencia. Catalina Escobar, ganadora del Premio Fundación MAPFRE al Mejor Proyecto por su Impacto Social por su «Modelo 360° de desarrollo social» está contribuyendo a romper esa dinámica dando a estas jóvenes madres una oportunidad para formarse y luchar por su futuro y el de sus hijos.
¿Cómo nace el proyecto Modelo 360°?
En 2001 paso por la experiencia personal de la muerte de mi hijo Juan Felipe. Mi hijo me invita a un viaje al interior del corazón de las personas, de las más necesitadas y vulnerables, y ese mismo año creo la Fundación Juanfe con el compromiso de trabajar por los demás y el reto de bajar la mortalidad infantil de la ciudad. En siete años logramos reducirla en un 81 % sin una sola política pública. Pero también nos llevó esos siete años entender que el problema de la mortalidad infantil en Cartagena iba más allá, y que tenía como trasfondo el embarazo adolescente. Por eso, creamos el modelo 360 grados, que trabaja con madres adolescentes en situación de vulnerabilidad y extrema pobreza en dos ciudades en Colombia (Cartagena y Medellín), además de en Chile y Panamá, bajo el modelo de franquicia social.
¿Cómo es la envergadura de este problema en Colombia?
En Colombia no existe una política pública clara y coherente para el embarazo adolescente. Se han hecho esfuerzos locales desde algunos gobiernos en temas de prevención, pero no en la atención a estas jóvenes.
¿En qué consiste su modelo?
Focalizamos nuestra atención en madres adolescentes primigestantes entre los 16 y 19 años. Para entrar en el programa deben pasar por un proceso de selección, que es definitivo para el éxito del programa y garantiza que estas jóvenes pueden permanecer los dos años que dura la intervención, graduarse en una técnica laboral y obtener las capacidades necesarias para tener un desempeño en los sectores productivos en donde trabajarán al final del programa.
¿Cómo se desarrolla?
El modelo 360 grados de la Juanfe tiene tres componentes esenciales: la reparación psicosocial de las adolescentes desde lo más profundo de su corazón; es el elemento que hace que los resultados del modelo puedan ser sostenibles en el tiempo, y que termina en un empoderamiento y en la adquisición de herramientas emocionales y sociales. La formación, para que estas jóvenes estudien una carrera técnica laboral y se gradúen mientras están en el modelo. Y la inclusión laboral, para lo cual trabajamos con el sector privado, un actor muy importante en términos de empleo responsable. Este año hemos impactado en más de 10.000 personas de esta forma.
¿Qué tipo de ayuda les prestan?
La ayuda principal que les brindamos es el acceso a capacidades y oportunidades dignas para alcanzar una autonomía económica que les permita a ellas y a sus hijos modificar conductas y patrones repetitivos de vulnerabilidad en sus familias.
¿Qué opciones tienen estas jóvenes una vez que dan a luz?
En los contextos de exclusión y limitación de oportunidades en los que viven no tienen muchas opciones. Más del 80 % de ellas abandonan sus estudios para siempre y forzosamente deben dedicarse a rebuscar ingresos informales para mantener a sus hijos y seguir sometiéndose a perpetuas situaciones de violencia y abuso. Y lo que es aún peor, la limitación de oportunidades se traspasa también a sus hijos.
¿Estos embarazos son el síntoma de un mal mayor?
Son resultado de un mal mayor, de la falta de políticas públicas que atiendan el problema del embarazo adolescente en Colombia. El coste en 2018 para la sociedad y el Estado de no prevenir el embarazo adolescente y la maternidad temprana fue de 5,1 billones de pesos (1,2 billones de dólares), el equivalente al 0,56 % del Producto Interno Bruto-PIB según un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
¿Qué otras derivadas tienen?
Las mujeres que tienen su primer hijo o hija antes de los 20 años sufren desventajas económicas y sociales. También se identifican desventajas en términos de salud, como el aumento en la morbilidad y mortalidad maternas, la predominancia de nacimientos con bajo peso y, obviamente, una menor calidad de vida tanto de la mujer como del recién nacido.
¿Cómo se pueden evitar estos embarazos?
Hay que trabajar en prevención, en salud sexual y reproductiva y en educación sexual para nuestros jóvenes. Y tener un plan de atención para este segmento de población tan vulnerable.