El smartphone es una de las tecnologías más poderosas de nuestro día a día. Con la app Soy Cappaz, se convierte en una herramienta de transformación de la vida de las personas con discapacidad intelectual.
TEXTO: ÁNGEL MARTOS
Cada vez es más común encontrarse con esta imagen por nuestras calles: personas (nosotros mismos en muchasocasiones) absortas en la pantalla de su smartphone a la busca de información, mirando un mapao leyendo alguna noticia. Una
estampa que muchas veces nos da pie a hacer las consideraciones habituales sobre cómo las nuevas tecnologías nos pueden llegar a aislar de los demás. Pero tal vez no se subraya lo suficiente el poder que tiene la revolución digital de conectarnos y, más aún, de integrar en la sociedad a aquellos que lo tienen más difícil. Como es el caso de las personas con discapacidad intelectual.
Esta es la historia de una de esas pequeñas revoluciones: la aplicación móvil creada por Fundación MAPFRE y Fundación Gmp para ayudarles en su desarrollo como individuos. Una herramienta que ya puede ser descargada gratuitamente en cualquier país de habla inglesa o hispanohablante, en función del idioma del dispositivo independientemente del país desde el que se acceda.
Si hubiera un concurso a la elección del mejor nombre de un servicio, Soy Cappaz lo ganaría por unanimidad, por su eficacia para aunar en dos palabras su mensaje inspirador: un software que empodera y capacita al usuario en su día a día familiar, social y laboral. «Antes [mis padres] no me dejaban en paz, todo el rato acompañándome. Pero ahora, con mi móvil, puedo ir solo al trabajo, con mis amigos o donde quiera, y se quedan tranquilos». Quien así habla es el joven protagonista del vídeo promocional de Soy Cappaz, que se puede ver en el canal de Youtube de Fundación MAPFRE.
La frase del guión no surge de la nada, sino que es fiel reflejo de la experiencia de miles de familias con un miembro con discapacidad intelectual en casa. Así lo explica José Francisco Fernández, director de la Fundación Gmp: «Había algunos padres que nos decían que ellos eran totalmente partidarios de promover la vida independiente de sus hijos, decían que les dejaban ir solos al centro especial de empleo o al trabajo, pero que no podían evitarla tentación de, inmediatamente después de que salieran de casa, coger el coche y seguirlos para ver si realmente llegaban a su destino».
Como señala en una entrevista Mª Soledad Cisternas Reyes, enviada especial sobre discapacidad y accesibilidad de Naciones Unidas, las familias tienen el deber de potenciar a esa persona para el desarrollo de sus habilidades personales y sociales,«para no entrar en los patrones de sobreprotección, sino en los patrones de entregar las herramientas y dar las alas necesarias para que las personas puedan desenvolverse en la vida muy bien, en igualdad de condiciones con los demás».
A esta realidad, que tiene indudablemente multitud de matices, se enfrenta el 1% de los españoles con algún tipo de discapacidad intelectual o del desarrollo, según el cálculo realizado por la organización Plena inclusión. Una población significativa que, sin embargo, ha sido habitualmente desatendida en cuanto a accesibilidad se refiere, pues los esfuerzos se suelen centrar más en las adaptaciones físicas y sensoriales.
Por eso, no resulta aventurado afirmar que Soy Cappaz nació para llenar un vacío. Como señala Fernández, «en la época en que vivimos, con el desarrollo tecnológico que hay, considerábamos que este tipo de situaciones las podíamos evitar». Además, apunta Cisternas desde su observatorio de Naciones Unidas, «la tecnología no es un lujo para las personas con discapacidad, sino una necesidad».
Soy Cappaz requirió de 16 meses de trabajo, y desde su lanzamiento en octubre de 2015
ha tenido miles de descargas en dispositivos Android, que es el sistema operativo en el que está implementada. Son, sobre todo, descargas de España, aunque desde 2016 han ido aumentando las del resto del mundo, ya que se puede instalar también en smartphones de otros 20 países (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica,Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Filipinas, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, Turquía, Uruguay y Venezuela).
Jose Carlos, uno de sus usuarios, ha calificado Soy Cappaz en la plataforma de descarga de Google Play con cinco estrellas. Estas son sus razones: «Es una aplicación muy buena para las personas con discapacidad intelectual, mi más sincera enhorabuena, seguid así y haced más apps para nosotros». Una aplicación móvil «de las que de verdad hacen falta, ojalá se apoyase más este tipo de iniciativas», señala Pepe, otro usuario, que la define como «muy útil, sencilla, intuitiva». La sociedad civil también ha reconocido su valía, con la concesión del premio Autelsi, el premio Corresponsables y el de Supercuidadores, que otorgan diversas instituciones y
organizaciones. Pero ¿cómo está ideada para obtener tantos parabienes? Su diseño «es fruto de la recolección de necesidades que algunas entidades de la discapacidad intelectual nos transmitieron», explica José Francisco Fernández. Y, en concreto, del contacto con la Fundación Garrigou y el Centro de Educación Especial María Corredentora de Madrid, con más de 50 años de experiencia, y de la colaboración con Down España y Plena Inclusión Madrid.
La aplicación dibuja una pantalla con cuatro puntos cardinales:
• Mi calendario, una agenda con las citas importantes vinculada a la aplicación de Google Calendar y preparada para lanzar avisos y recordatorios.
• Dónde estoy, que recoge las rutas habituales que realiza la persona de forma autónoma con tantos puntos intermedios, o migas de pan, como sean necesarios. «Si el usuario se desvía de la ruta, tanto en tiempo como en distancia», apunta Fernández, «a la persona [de referencia] le llega un correo electrónico».
• Mis trabajos, con vídeos tutoriales personalizados sobre tareas concretas del día a día, desde cómo utilizar la impresora del trabajo a cómo poner la lavadora en casa, y que se activan con la lectura de código de barras adhesivos.
• Por último, Necesito ayuda es un botón para comunicarse directamente con las personas de apoyo en caso de urgencia.
Belén Gómez trabaja en Astor, una asociación de Torrejón de Ardoz que tiene como objetivo contribuir «a que cada persona con discapacidad intelectual o del desarrollo, y su familia, pueda llevar a cabo su proyecto de calidad de vida, como ciudadana de pleno derecho, en una sociedad justa y solidaria». Ella ha podido comprobar sobre el terreno cómo Soy Cappaz está ayudando a hacer realidad esa «autodeterminación
de las personas» que promueve y su derecho a participar del entorno con garantías de igualdad.
«En nuestro caso, a nivel laboral fue un apoyo para la autonomía de los trabajadores en
diferentes tareas, pero sobre todo en el buzoneo», comenta Gómez. También subraya las bondades de la herramienta de vídeo: «Hay personas a las que les cuesta saber qué autobús tienen que coger y otras tienen dudas en la tarea a desempeñar. Los vídeos se pueden grabar de manera individual y adaptados a cada cual… En nuestro entorno laboral, por ejemplo, el uso de microondas era complicado; entonces, se grabó el vídeo y se puso una pegatina para que ellos la escanearan con su móvil y pudieran acceder a la explicación».
Es precisamente esta panoplia de actos cotidianos los que, sumados, pueden hacer mucho por la calidad de vida de los usuarios de Soy Cappaz. Y lo que les posibilita desarrollarse no sólo como personas, sino también como trabajadores. Según cifras
del Servicio Público de Empleo Estatal sólo un 37,9% de los españoles en edad laboral y con alguna discapacidad tiene empleo o lo busca, frente al 76,9% del resto de la población. Una brecha que aplicaciones móviles como la creada por Fundación MAPFRE y Fundación Gmp están logrando hacer más estrecha.
Soy Cappaz cruza el charco
Según Naciones Unidas, más de mil millones de personas en el mundo presentan una o más disfunciones en los planos físico, sensorial, intelectual o del desarrollo, constituyendo la mayor minoría en el mundo. A ellos está consagrado el Primer Encuentro Iberoamericano de Tecnologías para la Inclusión, que se celebra del 7 al 9 de marzo en el Estado mexicano de Zacatecas. La cita ha convocado a un completo panel de expertos de ambos lados del Océano Atlántico para abordar las posibilidades que ofrece la tecnología «para que las personas con discapacidad tengamos mejores oportunidades en los distintos ámbitos de desarrollo», ha declarado Lourdes Rodarte, responsable del Instituto para la Atención e Inclusión de las Personas con Discapacidad de Zacatecas. El encuentro ha armado un programa que da prioridad a lo práctico sobre lo académico, para acoger y dar a conocer iniciativas como la aplicación móvil creada por la Fundación MAPFRE yl a Fundación Gmp, Soy Cappaz, que está disponible a través de Google Play para dispositivos Android en 21 países, incluyendo México.