La exposición Bleda y Rosa, que Fundación MAPFRE presenta desde el 26 de mayo hasta el 4 de septiembre de 2022 en el Centro de Fotografía KBr de Barcelona, recorre la trayectoria de esta pareja artística a lo largo de tres décadas.
TEXTO: ÁREA DE CULTURA DE FUNDACIÓN MAPFRE IMÁGENES: © BLEDA Y ROSA, VEGAP, BARCELONA, 2022
La muestra abarca los grandes ejes discursivos de su trabajo, entre los cuales destacan la dialéctica entre paisaje y territorio, entre historia y memoria, entre imagen y texto. Estos intereses han sido abordados por Bleda y Rosa a través de investigaciones desarrolladas a lo largo de su carrera y han sido formalizados en proyectos de carácter serial.

A partir de un enfoque que entiende el espacio expositivo como lugar de ensayo y reflexión, en esta ocasión los artistas han elegido presentar su trabajo como videoinstalación site-specific, es decir, como muestra pensada específicamente para el espacio que la alberga. En esta propuesta expositiva, el objeto fotográfico desaparece y las proyecciones invitan a experimentar su obra con otros ritmos de contemplación, así como a descubrir nuevas asociaciones entre las imágenes que componen cada serie. Un montaje de esta naturaleza permite apreciar y profundizar en el importante calado visual y discursivo de su práctica artística, y abre nuevas opciones de análisis de los diferentes temas presentes en su obra.

Mandíbula de Sitges. Sitges, 2005.
Serie Origen, en proceso desde 2003
Las videoinstalaciones, que proyectan imágenes de todas sus series: Campos de fútbol, Campos de batalla, Ciudades (1997-2000), Estancias (2001- 2006), Tipologías (en proceso desde 2007), Memoriales (2005-2010), Origen (en proceso desde 2003), Corporaciones (2006-actualidad) y Prontuario (2010-2017), van acompañadas en algunas ocasiones de textos o leyendas (que incluyeron por primera vez en Campos de batalla), en su mayoría escuetas —no ocurre así en Prontuario, donde el texto que acompaña a las imágenes es más extenso, por citar solo uno de los ejemplos—, insertas dentro del espacio de la imagen. Estos textos provocan casi siempre una ruptura con la escena representada. El objetivo es que muchos aspectos de la práctica fotográfica que se dan por supuestos puedan repensarse; que el espectador se cuestione sobre las imágenes mentales adquiridas y es también un modo de posicionarse en un lugar dentro del discurso historiográfico artístico de la tradición documental, a la que los artistas pertenecen. En esta tradición documental y en el medio fotográfico en general, uno de los rasgos más destacados es la idea de inmediatez, la captura de ese «instante decisivo» que inmortaliza un momento que no volverá a repetirse. Además, la imagen fotográfica se ha considerado tradicionalmente como algo incontestable, es decir, lo que sucede en la escena, ha ocurrido, se nos dice que es así. Sin embargo, uno de los rasgos de las imágenes de Bleda y Rosa es su lentitud. El dinamismo se opone al trabajo de investigación previo que realiza esta pareja artística antes de tomar una fotografía, como si tuvieran la necesidad de captar pausadamente un motivo quizá, con la idea de narrar un pasado a través de una serie de imágenes que corre el peligro de desaparecer si lo encorsetamos en un solo significado.

Bunker Hill, 17 de junio de 1775. Boston, Massachusetts, 2014.
Serie Campos de batalla, 1994-2016
Pero sin duda, dos de los aspectos más relevantes en el trabajo de Bleda y Rosa, tal y como se ha mencionado, son el paisaje y la historia, que enlazan a su vez con la memoria y el territorio.
El término «paisaje» ha sido siempre discutido y analizado desde distintos puntos de vista, pues su comprensión no es unívoca ya que se trata de un concepto que remite tanto a una realidad material como a su representación. La concepción del paisaje depende de aquel que lo mira, de su constructo cultural o social, lo que hace que a partir de los años setenta del siglo pasado se haya hecho cada vez más evidente la dificultad para acotar su sentido. No es lo mismo hablar de este término desde el punto de vista de la geografía que del arte. Tampoco lo es desde aquel que trabaja el campo, que desde aquel que va a visitarlo y lo transita. Desde este punto de vista, en el que el término está preñado de significados procedentes de distintos ámbitos sobre los que ya no es posible pensar de forma aislada, es desde el que trabajan Bleda y Rosa desde sus inicios.

Australopithecus afarensis. Depresión de Afar, 2018.
Serie Origen, en proceso desde 2003
El paisaje como sedimento de la historia y por lo tanto como territorio y lugar en el que habita la memoria es el verdadero protagonista de las obras de Bleda y Rosa, que parten del cuestionamiento del relato histórico como algo incontestable y unívoco para crear la posibilidad de generar nuevas lecturas. Los artistas ofrecen así la oportunidad de reconstruir un pasado que muchas veces aceptamos como cierto, cuando la mayor parte de las veces se trata de una imposición creada por distintas generaciones a lo largo del tiempo. Con sus imágenes, los autores abren distintas brechas por las que pueden colarse otros modos de ver, otros modos de recordar y de concebir el pasado al margen de los cánones establecidos y las instituciones. En este sentido, su trabajo remite al Ángel de la Historia de Walter Benjamin, que echaba la vista atrás y contemplaba una historia (valga la redundancia) que no avanzaba hacia el progreso, sino que estaba completamente en ruinas, y a la que solo le quedaba la esperanza de poder ser reconstruida quizá con diferente resultado.

Cerca de Almansa, 25 de abril de 1707. Almansa, 1994.
Serie Campos de batalla, 1994-2016
En el año 2008 Bleda y Rosa fueron galardonados con el Premio Nacional de Fotografía, y sus proyectos han sido presentados de forma extensa a través de diferentes exposiciones individuales, entre las cuales merecen ser destacadas las albergadas en: Musée d’Art Moderne de Collioure (2001), Kunsthalle zu Kiel (2003), Espai ZERO1 de Olot (2005), Centro Galego de Arte Contemporánea (2006), Real Jardín Botánico de Madrid (2010), Bombas Gens Centre d’Art (2017) o Museo Universidad de Navarra (2018). Asimismo, han participado en el festival Le Printemps de Septembre de Toulouse, los Rencontres d’Arles o la Bienal Nómada Europea Manifesta.
Además, su obra forma parte de numerosas colecciones de arte públicas y privadas, como las del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Fundación La Caixa, Banco de España, Fonds National d’Art Contemporain de Francia, Colección Banco Espírito Santo de Portugal o Fundación MAPFRE.

Große Hamburger Straße. Scheunenviertel, 2005.
Serie Memoriales, 2005-2010

Palacio de Verano. Pekín, 2005.
Serie Estancias, 2001-2006
Colecciones Fundación MAPFRE

Alcoba junto al Patio del Cuarto Dorado. Alhambra de Granada, 2005.
Serie Estancias, 2001-2006
Colecciones Fundación MAPFRE

Torre de San Daniel.
Serie Prontuario. Notas en torno a la Guerra y la Revolución, 2011-2013

Expedición Botánica. Real Jardín Botánico, Madrid, España, 2016.
Serie Prontuario. El Continente y el Viento, 2010-2017

Arte y Vocabulario de la Lengua Achagua. Biblioteca Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia, 2016.
Serie Prontuario. El continente y el Viento, 2010-2017