Una de las carencias de la sanidad en Mozambique es la insuficiencia de profesionales de la medicina. Gracias a la implicación de médicos canarios que acuden como voluntarios a impartir clases, en UniZambeze, Universidad Pública de Mozambique, se están formando y graduando médicos que atienden a la población por todo el país.

TEXTO: CRISTINA BISBAL    IMÁGENES: FUNDACIÓN MAPFRE GUANARTEME

En el año 2011 en la ciudad de Tete la esperanza media de vida era de 42 años y el número de médicos, de 1 por cada 60.000 habitantes. En concreto, para una población de unos dos millones de habitantes se contaba con un cirujano, dos internistas, un ginecólogo y dos pediatras, más la eventual presencia de médicos cooperantes. La razón de esta escasez tiene que ver con la falta de personal docente para las áreas Médica, Quirúrgica, Obstetricia-Ginecología y Pediatría de la Universidad de Zambeze (UniZambeze, Universidad Pública de Mozambique), lo que imposibilitaba impartir los tres últimos cursos de la carrera de medicina.

Esta información llegó a oídos de Luis López Rivero, docente y Jefe de Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. Y no cayó en saco roto. Decidió poner en marcha un proyecto de Formación de Médicos en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zambeze que cuenta con el respaldo de Fundación MAPFRE Guanarteme. El objetivo era ayudar a formar médicos dotando a los nuevos licenciados en Medicina de las competencias y herramientas metodológicas necesarias para ejercer en su país. Es decir, aquello de «enseñarles a pescar en lugar de darles peces». Y la cosa funciona. En 2012 se firmó un Convenio Específico de Colaboración entre la ULPGC (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria) y la UniZambeze. Desde entonces, 79 médicos y docentes se han implicado en este proyecto viajando desde Gran Canaria a Tete para impartir clases teóricas y prácticas presenciales. «No cobran nada. Siempre les cuesta algo de su dinero. Nosotros solo les pagamos el billete y el seguro de viaje. La universidad local facilita el alojamiento: tenemos nuestra casa allí», comenta López Rivero, quien se declara «un poco liante».

El «lío» al que se refiere consiste en enseñar siguiendo una metodología intensiva modular, de manera que los alumnos reciben formación intensiva y continuada de cada asignatura durante periodos de dos a cuatro semanas. De este modo, los profesores pueden organizar su tiempo para compatibilizar su actividad profesional con su implicación en el proyecto de cooperación. Se hace de tal modo que es posible cubrir la totalidad de los contenidos definidos en el Plan Docente. Por otro lado, el proyecto se completa con un viaje de estudios de dos meses de duración para grupos de entre 10 y 15 alumnos de sexto curso. Los estudiantes mozambiqueños, elegidos según expediente académico y motivación, entre otras cosas, cuentan así con formación práctica que llevan a cabo en Hospitales Centrales de Gran Canaria, pertenecientes al Servicio Canario de Salud. Desde que comenzó el Programa Anual de Formación Práctica Hospitalaria, en 2014, un total de 52 estudiantes han viajado a Canarias a aprender ejerciendo.

Los resultados son muy esperanzadores. En septiembre de 2015 se graduó la primera promoción de médicos («el mejor momento de mi vida profesional», comenta emocionado Luis López Rivero). Esto es, 27 nuevos profesionales para trabajar y mejorar la sanidad en la provincia de Tete. El mes siguiente, el Hospital Provincial de la zona contrató a 10 de los nuevos médicos; el resto desarrollan su profesión en diversos centros de salud pública del país. En septiembre de 2017, la promoción que se graduó estaba ya formada por 60 nuevos médicos. En total, en 2019, serán 220 estudiantes los que se hayan formado gracias a este proyecto de Cooperación Internacional al Desarrollo de la ULPGC. Médicos que, al inicio de su carrera, tienen el compromiso de trabajar en zonas rurales, las más necesitadas de atención sanitaria en el país. «Generalmente sus habitantes están atendidos por enfermeros, o incluso por auxiliares sanitarios». Comenta el especialista en Cirugía Torácica de la Facultad de Medicina de la ULPGC que los pocos médicos del país están concentrados en las ciudades.

Las repercusiones del proyecto son evidentes y reales. Desde 2016, todos los centros de salud de la provincia de Tete cuentan con al menos un médico en su plantilla. Esta dotación de nuevos licenciados ha permitido que atendieran y controlaran los brotes de cólera de 2015 y 2017 sin ayuda exterior, ni nacional ni internacional. Más de 3.500 pacientes pueden ser ya atendidos diariamente. Suma y sigue. Porque la segunda fase del proyecto ha comenzado.

De lo que se trata no es solo de formar médicos, sino de formar docentes. Este es el motivo por el que el proyecto ha evolucionado hacia la formación de especialistas, «para que haya profesores que nos puedan sustituir y convertir la acción en sostenible con sus propios recursos», asegura el cirujano del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. Su aspiración, de hecho, es «que no sea necesaria nuestra presencia en un futuro. Que no seamos imprescindibles, porque les hayamos dotado de recursos humanos locales suficientes». El proyecto avanza hacia su propia sostenibilidad: los 10 médicos contratados por el Hospital Provincial de Tete colaboran ya en la formación práctica hospitalaria de los alumnos de la FCS-UniZambeze, cerrando así el círculo de pertinencia-viabilidad-eficiencia- sostenibilidad. El futuro ideado por López Rivero es posible.

 

Fundación MAPFRE Guanarteme, implicación y empuje

Parte de la financiación de este proyecto corre a cargo de la Fundación MAPFRE Guanarteme. En concreto, lleva cinco años financiando los traslados de los alumnos becados para el Programa Anual de Formación Práctica Hospitalaria por el que realizan un periodo de formación práctica y de especialización en la Facultad de Ciencias de la Salud de la ULPGC, en el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil y en el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. En palabras de López Rivero, la institución «ha colaborado con nosotros desde el principio, no solo con ayuda económica, sino también con el apoyo y el cariño que han transmitido a los 52 estudiantes que han venido hasta el momento. Es la entidad financiadora mas veterana del proyecto, junto con el Cabildo de Gran Canaria».

La motivación, motor del proyecto

Premio Canarias Internacional 2016 por su trabajo solidario en África, el Doctor Luis López Rivero, Jefe de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, es el alma mater de este proyecto que él mismo puso en marcha en 2011. Antes que en Mozambique había «prestado sus servicios» en Chad, Botswana, Angola o Namibia. «Siempre había querido dedicarme a la cooperación, pero a los 40 años aproximadamente se dieron las circunstancias personales adecuadas para poder hacerlo. Tengo claro además que nuestra vocación como médicos debería ser la ayuda a los demás. Creo que el motivo principal por el que quise dedicarme a ello fue el hecho de viajar y ver que te ha tocado vivir en el lado claro del mundo y que hay gente en situaciones extremas. Eso hizo que quisiera devolver algo de esa suerte. Lo primero que hice fue prepararme realizando un master. A continuación, empecé a trabajar en distintos países».

Así fue hasta que se encontró con la situación concreta de Mozambique. «Voy unas seis veces al año para hacer gestiones de organización y docentes, como Director académico del segundo ciclo de Medicina de la Unizambeze. En tres de estos viaje anuales imparto docencia de mis asignaturas de Cirugía I y II y cursos específicos de atención al traumatizado en hospitales públicos del país». Su altruismo y humildad se evidencian en la gratitud que declara hacia los miembros de su equipo: «No solo a los médicos que viajan a dar clases, sino también a los que se quedan en el hospital y cuyo trabajo nos permite atender a los estudiantes y viajar».